Este estudio pionero, presentado en AQUA 2024, destaca la importancia de la innovación en la búsqueda de soluciones sostenibles para los desafíos que enfrenta la industria acuícola global y abre nuevas oportunidades para el desarrollo de tecnologías de control biológico en acuicultura.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Rostock presentó un estudio innovador que podría transformar la manera en que se gestionan la calidad del agua y el control de patógenos en los sistemas de recirculación de acuicultura (RAS, por sus siglas en inglés). Liderada por Júlia Clols Fuentes, la investigación ha identificado nuevas cepas bacterianas con un gran potencial para mejorar la biofiltración y reducir la incidencia de enfermedades en las granjas acuícolas.
El estudio, titulado "Selección Bacteriana para la Mejora de la Biofiltración y el Control de Patógenos en Sistemas de Recirculación de Acuicultura", se centró en aislar y caracterizar bacterias de los biofiltros de un sistema RAS de agua dulce donde se cría el bagre africano (Clarias gariepinus). A través de un riguroso proceso de selección, los investigadores identificaron dos cepas bacterianas, denominadas R28 y R5, que demostraron capacidades notables para mejorar la calidad del agua y controlar patógenos.
De las dos cepas, la cepa R5 mostró un rendimiento excepcional en varios aspectos críticos para la acuicultura. Durante los ensayos, R5 demostró una capacidad significativa para inhibir el crecimiento de bacterias patógenas como Escherichia coli, Vibrio anguillarum y Aeromonas hydrophila, que son conocidas por causar enfermedades en peces. Además, R5 fue eficaz en la colonización de biobolas, un componente común en los biofiltros de RAS, lo que indica su potencial para integrarse fácilmente en los sistemas de biofiltración existentes.
La cepa R5 no solo mostró propiedades antimicrobianas, sino que también presentó habilidades para catalizar diversos compuestos, incluidos fosfato, glucosa, caseína, gelatina y celulosa, y para reducir nitrato. Estas características sugieren que R5 podría desempeñar un papel doble en la acuicultura: mejorar la calidad del agua mediante la descomposición de compuestos orgánicos y reducir la abundancia de patógenos, lo que podría resultar en menores tasas de enfermedad y mortalidad en los peces.
Aunque la cepa R28 no fue tan eficaz como R5 en la inhibición de E. coli, mostró una capacidad notable para reducir otros compuestos y mejorar la calidad del agua. R28 pudo catalizar fosfato, glucosa, caseína, gelatina y celulosa, y también tuvo un efecto significativo en la reducción de nitrato. Esta capacidad de R28 para gestionar diferentes compuestos lo convierte en un candidato valioso para ser utilizado en combinación con otras cepas bacterianas en sistemas de biofiltración complejos.
Los resultados presentados por el equipo de la Universidad de Rostock sugieren que estas cepas bacterianas podrían tener aplicaciones prácticas importantes para mejorar la sostenibilidad y la eficiencia de las operaciones de acuicultura. Al utilizar bacterias como R5 y R28, las granjas acuícolas pueden beneficiarse de una reducción en la necesidad de cambios frecuentes de agua, disminución de los costos operativos y un menor uso de tratamientos químicos para controlar enfermedades.
El descubrimiento de estas cepas bacterianas por parte de la Universidad de Rostock representa un avance significativo en la tecnología de biofiltración para la acuicultura, y abren la puerta para nuevas investigaciones en esta línea en el cultivo de especies tanto dulceacuícolas como marinas al proporcionar una solución natural y eficiente para mejorar la calidad del agua y controlar patógenos.