La microalga Schizochytrium, cultivada en fermentadores gracias a su capacidad heterotrófica, se posiciona como una solución innovadora y prometedora para la alimentación piscícola, especialmente para el salmón Atlántico. Durante la conferencia AQUA 2024, varios estudios han puesto de manifiesto las ventajas de utilizar esta microalga rica en ácidos grasos esenciales, como el DHA (ácido docosahexaenoico), en la sustitución del aceite de pescado tradicional, promoviendo prácticas más sostenibles y la producción de alimentos de alta calidad.
Uno de los estudios más relevantes presentados en el evento fue el del proyecto "Millennial Salmon", financiado por el Consejo de Investigación de Noruega. Esta investigación demostró que la biomasa de Schizochytrium, rica en DHA, no solo es una fuente sostenible de ácidos grasos esenciales, sino que también mantiene la digestibilidad y el rendimiento de crecimiento en los salmones, posicionándose como un ingrediente clave en la alimentación acuícola.
"Millennial Salmon", desarrollado en colaboración con organizaciones europeas líderes como Nofima, Sintef Ocean, Innovafeed y Corbion, tiene como objetivo reemplazar los ingredientes tradicionales por alternativas más sostenibles sin comprometer la calidad del producto final. Este enfoque innovador refleja un compromiso con la sostenibilidad y la eficiencia en la industria acuícola.
Además, un estudio realizado por LetSea AS en Noruega confirmó que el aceite derivado de Schizochytrium es tan efectivo como el aceite de pescado en términos de crecimiento y calidad del producto en salmones. Los resultados indicaron que los salmones alimentados con dietas que incluyen este aceite mostraron un crecimiento comparable al de aquellos alimentados con aceite de pescado y lograron mantener niveles adecuados de DHA en sus filetes, un factor crucial para la nutrición humana.
Además de mejorar el crecimiento y la calidad del salmón, otro estudio ha demostrado cómo Schizochytrium puede tener beneficios en la resistencia al estrés de los peces, gracias a su capacidad para fortalecer la salud y el bienestar de estos. Así se desprende de un estudio de investigadores de la Universidad de Kiel, en Alemania, que descubrieron que los salmones alimentados con dietas enriquecidas con esta microalga presentaron una mayor retención de proteínas, tasas de crecimiento superiores y una respuesta más efectiva al estrés oxidativo.
Además de las cualidades anteriormente descritas, la inclusión de Schizochytrium en la alimentación acuícola no solo aporta beneficios a los peces y a los consumidores, sino que también desempeña un papel crucial en la sostenibilidad global. Al reemplazar el aceite de pescado, cuya producción está ligada a la explotación de recursos silvestres como el pescado o el krill, por microalgas cultivadas de manera sostenible, se logra reducir significativamente el impacto ambiental de la acuicultura.
Este enfoque no solo apoya la conservación de los ecosistemas marinos, sino que también proporciona una fuente renovable y confiable de nutrientes esenciales, subrayando la importancia de adoptar prácticas más sostenibles en la industria acuícola.