
Cartaya (Huelva) 17/05/2018 - Conocer el estado de estrés o bienestar de un pez suele requerir de una intervención invasiva en el animal que implica el sacrificio de éste o la extracción de sangre para su posterior análisis.
Sin embargo, desde hace relativamente poco tiempo, los investigadores han venido trabajando en la mejor manera de conocer - con cierto grado de precisión - si este estrés en los peces puede evaluarse a través del estudio de los biomarcadores asociados al mucus (Skin Mucus-Associated Biomarkers).
En este campo destacan los trabajos del Laboratorio del Dr. Antoni Ibarz, del Departamento de Biología Celular, Fisiología e Inmunología de la Universidad de Barcelona (UB), que fueron presentados durante la celebración de las Jornada de Acuicultura Suratlántica de Cartaya, resultando premiados tanto en la edición del mejor póster como en la de Acuituit.
Para profundizar en esta interesante temática hemos entrevistado en misPeces a la Dra. Laura Fernández Alacid componente de este grupo de investigación de la UB y experta en el uso de la técnica de biomarcadores.

La aplicación de los biomarcadores del mucus, comenta la experta investigadora, representa un gran avance para conocer el estado fisiológico de un pez ya que estaríamos hablando de “aplicar un método no invasivo con muchas ventajas para el bienestar animal”.
Actualmente, añade, hemos puesto a punto un protocolo del mucus epidérmico fiable, replicable y fácil de implementar. Además, ha sido probado en distintas especies, concretamente, en corvina, lubina, dorada y en lenguado. En ellos hemos observado que, aunque los marcadores de los niveles basales son diferentes pues estamos hablando de distintas especies, los distintos peces muestran una respuesta parecida.
Hemos hecho estudios ahora mismo evaluando cómo les afectan a nivel de estrés las diversas operaciones de manejo en instalaciones de acuicultura, cuyos resultados están en curso. Como por ejemplo, la captura, la aireación, persecución, ayuno, cambios térmicos y exposición a patógenos, entre otros.
También tenemos estudios a nivel de nutrición, observando el comportamiento de los peces con los cambios de la composición de las dietas y la ración, entre otros. En laboratorio, también hemos estudiado el comportamiento de los peces frente a infecciones bacterianas.
Hasta ahora podemos afirmar que es posible conocer el estado de los peces sin hacerles ningún daño, y estamos comenzando a saber más sobre los biomarcadores. No obstante tenemos que seguir avanzando para ser más específicos con qué está provocando un determinado estrés y qué más nos puede decir el mocus del pescado.
Lo interesante de estos avances es que se puede monitorizar una producción periódicamente sin necesidad de utilizar métodos invasivos. Se trataría de detectar una alerta y de avisar al productor para que actúe.
