ESTUDIO

AZTI y la USC crean un chip genético para autenticar el mejillón gallego

Derio 28/06/2023 | Esta herramienta, desarrollada en el marco de Seatraces, revoluciona la identificación del mejillón gallego con su chip genético innovador

mejillones con limones

Un estudio liderado por el centro tecnológico AZTI, en el marco del proyecto europeo SEATRACES, ha logrado desarrollar un método genético que permite identificar con alta precisión la procedencia geográfica de los mejillones. Esta investigación es de gran importancia para mejorar la gestión de la acuicultura, evitar fraudes alimentarios y garantizar la trazabilidad de estos moluscos.

Garantizar la procedencia y trazabilidad de los mejillones consumidos es especialmente relevante dada su importancia en el comercio internacional y las largas distancias que en ocasiones recorren estos bivalvos hasta llegar a los centros de consumo.

El proyecto Seatraces está liderado por el CSIC y tiene por objetivo mejorar la identificación geográfica de los mejillones, mejorar su gestión y evitar posibles fraudes alimentarios. AZTI ha liderado el estudio genético en el que se han analizado mas de 200 muestras de mejillones de diferentes orígenes geográficos.

En total, a través de técnicas de secuenciación y análisis genético, los investigadores identificaron 17 marcadores específicos que permitieron distinguir el origen geográfico de los mejillones con una alta precisión. A partir de estos marcadores, los investigadores de AZTI han colaborado con colegas de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) en el desarrollo de un Chip Genético con la composición genética de la especie de mejillón mediterráneo Mytilus galloprovincialis, que ofrece a los productores e investigadores expertos “una poderosa herramienta genómica” que permite identificar, validar y evaluar rasgos genéticos complejos en esta especie.

Los resultados, como señalan, son importantes para comprender la dinámica genética de las poblaciones de mejillones cultivados y evaluar la efectividad de las prácticas de manejo y selección en la acuicultura. También proporcionan información valiosa para el desarrollo de estrategias de conservación y mejora genética de esta especie de importancia económica y ecológica.

Al respecto, Ana del Río, investigadora de AZTI y experta en integridad alimentaria, señaló que “rastrear el origen geográfico de esta especie es crucial para el desarrollo e implementación de estrategias de manejo para mitigar la invasión y proteger la explotación sostenible de especies nativas”.

La capacidad de identificar con precisión la procedencia geográfica de los mejillones, además de tener gran importancia para la gestión sostenible de la acuicultura y las pesquerías, también tiene implicaciones tanto para los productores como para las autoridades alimentarias y los consumidores.

Los productores, añade la investigadora, pueden emplear estos marcadores genéticos para certificar la procedencia de sus productos y promover la confianza del consumidor.

Por su parte, las autoridades alimentarias pueden utilizar esta información para garantizar “el cumplimiento de las regulaciones de trazabilidad y seguridad alimentaria”.

Según datos publicados en 2020 por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la producción mundial de mejillones en 2018 alcanzó los 2,11 millones de toneladas, con un valor aproximado de 4.519 millones de dólares. En la Unión Europea, los mejillones representan el 34% de la producción total de acuicultura.

Galicia, en España, es el principal productor de mejillones en la Unión Europea, siendo responsable de más del 97% del cultivo. La especie principal cultivada en Galicia es el Mytilus galloprovincialis, conocido como mejillón gallego o mediterráneo.

SEATRACES está financiado por el programa europeo Interreg Espacio Atlántico de la UE y coordinado desde Galicia por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas a través del grupo Bioquímica de los Alimentos del Instituto de Investigaciones Marinas. Esta investigación ha sido liderada por AZTI y ha contado con la participación de la Universidad de Santiago de Compostela (USC).

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