Abanca y Cooke rompen definitivamente el acuerdo de compra de Nueva Pescanova

Jorge Escudero, CEO de Nueva Pescanova

La entidad financiera Abanca ha decidido cancelar la venta del 80% de su participación en Pescanova al grupo canadiense Cooke, sin que se hayan especificado los detalles. Lo que si ha trascendido es que la ruptura se ha producido de mutuo acuerdo.

En abril, ambas partes habían acordado la venta, con Abanca manteniendo una participación minoritaria en la empresa. Sin embargo, después de llevar a cabo una evaluación exhaustiva (due diligence), Cooke optó por detener las negociaciones, al detectarse la necesidad de realizar nuevas inversiones.

En lugar de la venta, Abanca ha anunciado que está implementando una nueva estrategia para fortalecer el proyecto empresarial de Nueva Pescanova, incluyendo aspectos estratégicos, financieros, comerciales y de recursos humanos. Esta nueva estrategia comenzó con la designación de Jorge Escudero como consejero delegado en septiembre.

La elección de Cooke como socio inversor industrial fue resultado de un análisis exhaustivo de tres años de las principales empresas del sector a nivel mundial por parte de Abanca. El grupo canadiense opera en 12 países en diversos segmentos relacionados con la acuicultura, la pesca y la nutrición marina.

Como ya publicó misPeces, en junio, Abanca proporcionó financiamiento a Nueva Pescanova, de la cual es el accionista mayoritario, mediante un crédito de 150 millones de euros avalado por el ICO como parte del programa de ayuda a la guerra de Ucrania.

Nueva Pescanova reportó ventas de 1.074 millones de euros al cierre del ejercicio del pasado 31 de marzo, lo que representa una disminución del 1,1% en comparación con el año anterior. Además, la empresa registró pérdidas después de impuestos de 53,4 millones de euros, en contraste con un beneficio de 7,8 millones en el año previo.

A pesar de la cancelación de la venta, Abanca no tiene prisa por deshacerse de su participación en Pescanova, ya que no existe una presión inmediata por parte del Banco Central Europeo para hacerlo. Sin embargo, el regulador bancario no ve con buenos ojos que las entidades financieras tengan participaciones de control en empresas industriales y ha instado previamente a la desinversión en procesos similares.