
Los conflictos de las granjas piscícolas frente a la costa con otras actividades, los conflictos sociales que se generan, y la necesidad de seguir produciendo pescado plantean nuevas soluciones que pasan por alejarse mar adentro.
Tomando como caso de estudio el salmón Atlántico, un equipo de investigadores del Reino Unido analiza en una revisión científica publicada en Reviews in Aquaculture las predicciones y expectativas en base a las características oceanográficas de los casos ubicados a pocas millas de la costa, y los que se consideran sitios en mar abierto, donde las corrientes y los oleajes son más intensos.
La revisión busca servir de guía y recopilación de información para investigadores y partes interesadas. Se centra en los desafíos de la salmonicultura actual, como son: los piojos de mar, las enfermedades de las branquias y el riesgo de proliferación de algas nocivas; así como los efectos directos de la oceanografía para la salud y fisiología de los peces.
Respecto a los piojos, los investigadores no tienen claro que alejar los peces de la costa sea la solución definitiva, ya que, como señalan éstos “siguen vías complejas que no se comprenden completamente”.
El éxito de estas granjas en mar abierto pasa por comprender plenamente las capacidades físicas de las especies de cultivo y la infraestructura. También es importante un buen conocimiento de las condiciones oceanográficas de las ubicaciones y su compatibilidad con las capacidades específicas de las especies objetivo.
Ante el vanguardismo de la propuesta genera muchas preguntas de difícil respuesta e incertidumbres que hace que no sea un tipo de negocio para inversores de bajo riesgo. Los investigadores recomiendan desarrollar un plan económico que considere muy bien los costes operativos y las limitaciones de licencia del sitio.
Alejarse de la costa obliga a incurrir en inversiones más altas en infraestructura y embarcaciones auxiliares; así como costes adicionales en las operaciones y los servicios, que deben compensarse con la economía de escala y el mayor rendimiento de crecimiento de las especies. La tensión constante sobre las estructuras, señalan, “requerirá de materiales más costosos y especializados, y será necesario reemplazarlo con más frecuencia que en las granjas cercanas a la costa.
A pesar de la escasa evidencia científica que existe, se esperan mejoras en el entorno de producción y costes de la monitorización ambiental, que puede resultar en mayores capacidades de carga al poderse instalar granjas más grandes. Se espera que los entornos marinos más alejados se vean afectados de Fenómenos Algales Nocivos (FAN), más propicios de aguas semicerradas, como ocurre en el caso del salmón en Fiordos o zonas de la costa protegida. Sin embargo, al igual que con el piojo, los investigadores no tienen claro que éstos no se produzcan también en ubicaciones más alejadas.
Estar alejado de la costa, en un ambiente muy hostil también llevará a tener que asumir que hay operaciones que no podrán hacerse con la regularidad de las que están más próximas a la costa. En otros casos se debe asumir que otras serán imposibles de realizar.
Los investigadores señalan que “es probable” que la salud y el bienestar del salmón se vean afectadas por entornos más expuestos y eventos impredecibles, es decir por tormentas, gradientes térmicos, fluctuaciones de la temperatura, o restricción de la alimentación por las tormentas. Como ejemplo, señalan que la salud de las branquias “probablemente” se verá afectada positivamente por los entornos marinos debido al aumento de intercambio de oxígeno y agua, pero negativamente por la mayor salinidad.
La logística y los tiempos también son determinantes. Es posible que para evitar muertes masivas, los peces pequeños deban pasar un tiempo previo en granjas cerca de la costa hasta que alcancen un tamaño que les permita ser transferidos a los sitios más alejados.
Dentro de las conclusiones, los investigadores también abren al debate la necesidad de llegar a un consenso entre las partes en qué se entiende por cerca a la costa, en mar abierto y aguas abiertas, ya que, según entienden cada uno de ellos se vienen aplicando en función del país y del enfoque con el que se aborde.
Producir alejados a la costa tiene beneficios y perjuicios, deben ser analizados en profundidad. Más aún cuando sean susceptibles de ayudas públicas y evitar impactos no deseados de esta nueva forma de hacer acuicultura.
Referencia:
Morro, B, Davidson, K, Adams, TP, et al. Offshore aquaculture of finfish: Big expectations at sea. Rev Aquac. 2021; 00: 1– 25. https://doi.org/10.1111/raq.12625