
Buenas noticias vienen de playa de Mira, en Coimbra, Portugal. La fallida granja de la vieja Pescanova, que pretendía ser la mayor productora de rodaballos del mundo, no solo ha conseguido salir a flote, retomará el viejo sueño de convertirse en líder en la producción de peces planos en Europa, con una producción de 16.000 toneladas en 2030.
La macrogranja acuícola ya nació con esta ambición. Sin embargo, problemas con uno de los tubos de captación de agua a los que se les añadieron otros relacionados con patologías de los peces dieron como resultado la inoperatividad parcial de la instalación y que nunca alcanzara los volúmenes de producción esperados. La propiedad, después de que fuera declarada en quiebra, fue liquidada por la banca acreedora fue vendida a la sociedad portuguesa Ondas e Versos LDA, propiedad del fondo Oxy Capital.
Detrás mucho trabajo y nuevas inversiones. Pero como todo esfuerzo, en algún momento llega la hora de recoger los frutos. Por eso, la pasada semana fue inaugurado el criadero de lenguados, una nueva unidad con la que no contaba inicialmente la granja. La inauguración contó con la presencia de la secretaria de Estado das Pescas, Teresa Coelho y los ejecutivos de la empresa.
Según indicó en la inauguración Miguel Lucas, administrador de Acuinova, “cuando entramos en 2017 nos encontramos con una empresa fallida, con graves problemas de crecimiento, sin criadero, y tan solo con un equipo de engorde. Todas las cabezas pensantes estaban fuera de aquí”. Ahora, la empresa se posiciona como el segundo mayor productor de rodaballos de acuicultura de Europa, con la mirada puesta en alcanzar las 6.000 toneladas de rodaballos y 10.000 toneladas de lenguado en 2030.
Por su parte, Renata Serradeiro, administradora ejecutiva de Acuinova, ha indicado que la primera cosecha de lenguados se espera, “como muy tarde” para finales de 2022, o principios de 2023. El proyecto de cría de lenguados está planteado de forma modular, lo que permitirá ir aumentando la producción poco a poco. El primer paso es el de alcanzar 175 toneladas. “No son muchas, pero van a servir para validar una serie de situaciones y, a partir de ahí, comenzaremos a crecer”, señaló Serradeiro.
Hasta llegar hasta aquí, la empresa tiene programado realizar entre inversiones ya ejecutadas y otras en proyecto 15,37 millones de euros, de los cuales 8,53 millones serán fondos de ayuda pública del programa operativo Mar2020.
La ambición es clara, no solo se van a conservar los 149 trabajadores que actualmente operan en la granja. Se espera que cuando esté a pleno rendimiento en 2030 estén trabajando en la empresa 450 personas.