Añadir un aditivo que actúa como “efector del alimento” en el pienso de langostinos blanco del Pacífico para hacer una dieta más atractiva o apetitosa mejora la ingesta, incluso, cuando este ya tiene una importante cantidad de harina de pescado que, de por sí, hace más sabroso este.
Incluir este tipo de aditivo es especialmente interesante en dietas hechas con harinas de aves como única fuente de proteína animal.
Así se deduce de un estudio recientemente publicado en Aquaculture, en el que se ha evaluado el uso de un aditivo quimiosensorial con propiedades atractivas en el comportamiento alimentario, el rendimiento del crecimiento y la tolerancia al estrés por salinidad en juveniles de langostino blanco del Pacífico (Litopenaeus vannamei).
Para evaluar el consumo del alimento los investigadores utilizaron monitoreo acústico pasivo en un ensayo de 42 días.
Los langostinos, al alimentarse emiten unos “clics” que se miden para conocer la actividad. Gracias a esta herramienta, los investigadores pudieron obtener información sobre cómo responden a estas dietas los langostinos y cómo se comportan.
Además, como señalan, una tasa de consumo mayor debería tener efectos positivos en el rendimiento de los langostinos. Este “efector del alimento” añadido en las dietas mejoró la capacidad de los langostinos para tolerar situaciones de estrés relacionadas con la salinidad del agua.
Este tipo de aditivo, añaden, es especialmente interesante para conseguir una ingesta mayor, ya que, en muchos casos, el comportamiento alimentario de los langostinos resulta en gastos innecesarios, ya que parte no es “completamente consumido”.
En el caso de los piensos elaborados con harina de ave como fuente de reemplazo de harina de pescado requiere del uso de estos aditivos para una alimentación más eficiente y sostenible.
A la vista de los resultados, los investigadores sugieren que la suplementación mejoró la palatabilidad y la aceptación de las dietas formuladas con harina de aves como única fuente de proteína animal, así como mejoró la tolerancia de los langostinos a las fluctuaciones de salinidad.
Este tipo de estrategias, en las que se usan aditivos quimiorreceptores para mejorar la aceptabilidad de los piensos elaborados con harina de aves, permite mejorar la rentabilidad general, el reciclado de co-productos y la sostenibilidad ambiental.