La empresa Porto Muiños ha sido capaz de transformar el sector gastronómico español aportando algas para consumo humano directo. Mientras en los países asiáticos las algas han constituido desde siempre un recurso alimentario común, en Europa los arribazones de algas han sido utilizadas de forma habitual para el enriquecimiento de los suelos agrícolas. Una práctica a la que se quiere dar una vuelta de tuerca valorizando los descartes de algas para la valorización de suelos de agricultura ecológica.
Estas acciones se llevarán a cabo en el marco del proyecto Algaterra en el que participa el grupo de investigación de Agronomía de la Escuela Politénica Superior de Ingeniería del Campus Terra de la Universidad de Santiago de Compostela y que lidera Porto-Muiños SL.
El proyecto buscará valorizar los descartes de algas para producir fertilizantes y enmiendas, así como aditivos para sustratos y bioestimulantes. Estos nuevos productos serán testados agronómicamente para evaluar su idoneidad en el fortalecimiento de los suelos, el rendimiento y la calidad de los cultivos de patata, vid y horticultura.
Para mejorar la aplicabilidad, los investigadores probarán nuevos formatos, como algas deshidratadas o molidas, y analizarán si así mantienen las propiedades de calidad sobre los suelos.
El proyecto cuenta con un presupuesto de 146 371 euros que son financiados por el Fondo Europeo Agrario de Desarrollo Rural a través del programa de Desarrollo Rural de Galicia (2014-2020). En el mismo participan como colaboradores la Fundación Empresa- Universidad Gallega (FEUGA), el equipo VIOR de la Misión Biológica de Galicia del CSIC y las empresas Adegas Terras de Asorei, Riveiro Ecológicos y Horta da Lousa.
Al final del proyecto esperan elaborar unas guías de transferencia que sirvan para obtener el máximo potencial del empleo de los productos desarrollados en agricultura ecológica.