
La harina de insecto y la proteína y las grasas del efluente de cocción del atún para conservas han mostrado ser una opción nutricional valida en sustitución de la harina y el aceite de pescado en los piensos de trucha arcoíris y corvina, dos especies de la acuicultura española. Esta es la principal conclusión a la que han llegado los expertos de ANFACO CECOPESCA, el IRTA y el Centro Tecnológico Cartif a la finalización del proyecto Alternfeed 2 en el que se han evaluado empíricamente las diversas ventajas que pueden representar estos ingredientes para el sector de la acuicultura respecto de los piensos convencionales en términos de sostenibilidad.
A través de distintos ensayos experimentales, los expertos han evaluado y establecido los índices de conversión de alimento y de digestibilidad de estos ingredientes noveles en corvina y en trucha arcoíris, utilizados individualmente y mezclados.
En lo que respecta a la corvina, los ensayos se realizaron en las instalaciones del IRTA de San Carlos de la Rápita. Para los experimentos se usaron peces con una talla inicial de 12,5 g de peso que fueron alimentaron durante 65 días con cinco dietas experimentales, usando una tasa de alimentación de 4,5 por ciento y cada día se determinaba la cantidad de pienso suministrada e ingerida, así como los parámetros físico químicos básicos y cualquier incidencia, por ejemplo, bajas de peces. Al final de los ensayos los peces habían aumentado su tamaño entre 6,6 y 7,4 veces.
Como señalan en sus conclusiones los expertos de este proyecto, los resultados han sido significativamente diferentes según el origen. La harina de insecto y la fracción proteíca y lipídica del agua de cocción arrojaron similares crecimientos en comparación con los piensos convencionales, permitiendo que, desde un punto de vista técnico, se pueda reducir la inclusión de harina y aceite de pescado de origen extractivo. Como cabía esperar, las mejores grasas, es decir el deseado Omega-3 en el filete del pescado se obtuvo con el alimento basado en la recuperación lipídica del agua de cola de las conservas.
Tanto con las microalgas como con la harina de insecto, la proporción de grasas en el hígado y el filete de la corvina tuvo un mayor porcentaje de Omega-6.
Los índices de conversión de alimento estuvieron en la misma línea del control y la digestibilidad aparente de la harina de insecto y de la grasa de la cocción del atún se situó entre el 70 y el 80 por ciento.
La validación experimental de los piensos alternativos con trucha arcoíris de 9 gramos de peso inicial se realizó en las instalaciones de ANFACO-CECOPESCA. Los peces fueron alimentados durante 60 días con cuatro dietas formuladas y la dieta control tres veces al día.
Analizados los datos, los investigadores observaron resultados similares de digestibilidad in vitro, aunque los piensos con microalgas fueron los que mostraron un peor desempeño. No observaron diferencias significativas en la composición del filete de trucha, aunque los peces alimentados con la fracción lipídica y proteíca de agua de cocción del atún tenían más proteínas y los filetes de las truchas alimentadas con harina de insecto más grasa.
La dieta de insecto y de mezcla de ingredientes no causaron efectos de inflamación ni de estrés crónico en las truchas, aunque si se observó que la dieta que uso proteína y lípidos de cocción causó una mayor acumulación de grasa en el hígado de los peces respecto a otras dietas.
Además, como señalan desde el proyecto, los crecimientos observados en trucha arcoíris y corvina son similares a los de las dietas convencionales y, medioambientalmente, tienen una huella de carbono potencialmente mejorable respecto a las actuales dietas.
Esto se evidenció en la última parte del proyecto tras la evaluación ambiental de dos de las dietas: la que incluye la harina de insecto como ingrediente alternativo en sustitución a la harina de pescado y la que incluye la fracción proteica y lipídica recuperada del agua de cocción del atún.
Además, gracias a la evaluación ambiental específica del ciclo de vida de los ingredientes alternativos se han podido conocer qué etapas de sus procesos de fabricación se podrían optimizar para disminuir sus huellas, ya que la huella de carbono es el punto de referencia básico para el inicio de actuaciones de reducción de consumo de energía y para la utilización de recursos y materiales con mejor comportamiento medioambiental.
Aspectos novedosos de los ingredientes de Alternfeed
Durante los dos últimos años los investigadores de ANFACO CECOPESCA y el Centro Tecnológico CARTIF han venido desarrollando dietas basadas en ingredientes alternativos noveles de diverso origen. Primero a través del proyecto Alternfeed I de un año de duración en el que se desarrollaron 5 piensos acuícolas con ingredientes noveles para trucha arcoíris y corvina. Estos ingredientes tenían como base biomasa de microalgas: Nanncholoropsis gaditana, Isochrysis galbana, Tisochrysis lutea y Rhodomonas lens; harina de insecto, específicamente de grillo (Acheta domesticus) y una fracción proteíca y lipídica del agua de cocción del atún para conservas. Las dietas se formularon sustituyendo individualmente los ingredientes por harina de pescado; y como mezcla.
Las microalgas y la harina de insectos han sido identificadas por la comunidad científica como potencialmente interesantes para sustituir la harina y aceite de pescado, y existe una cada vez más amplia bibliografía científica que las respaldan como viables técnicamente para su uso en alimentación acuícola cuando se incluyen en pequeñas proporciones. Específicamente, en el caso del proyecto Alternfeed se ha usado harina de grillo (Acheta domesticus) una especie poco estudiada para la elaboración de dietas de peces, lo cual hace interesante el ensayo.
La fracción proteíca y lipídica del agua de cocción es muy novedosa y representa una alternativa a la valorización de los efluentes de la industria conservera del atún y una contribución a la economía circular, dotando de mayor sostenibilidad a esta actividad transformadora pesquera.
Los siete pasos que debe superar un ingrediente para formar parte de un pienso de acuicultura
Como señala al respecto Brett Glencross del Instituto de Acuicultura de la Universidad de Stirling, la evaluación óptima de ingredientes en los piensos acuícolas es un paso previo a la aceptación de éstos como válidos antes de que los formuladores industriales de dietas lo incorporen en sus procesos y están relacionados con la caracterización, la palatabilidad, la digestibilidad, la utilización y la capacidad inmunológica. Finalmente, y si todo ha ido bien durante esas fases previas, en los ensayos actuales se toman en consideración los efectos del procesado e influencia sobre la calidad del producto.
Una vez un ingrediente supera todas estas fases y para el formulador de las dietas se despejan las dudas de que el alimento cumple con las especificaciones, se debe pasar a una fase en la que se analice la viabilidad económica y la relación coste beneficio a través de ensayos de ciclo completo de producción piscícola. Superado este último paso es el momento en el que ya se puede pasar a la fabricación industrial.