
Estudiantes del Instituto de Estudios Acuícolas y Ambientales de Cataluña (IPEAAC) han llevado a cabo una experiencia de producción innovadora llevando el engorde de pulpos hasta la talla comercial de 3 kilogramos.
La idea surgió, como comentan desde el Instituto, surgió al ver como algunos individuos de pulpo que se crían en las instalaciones del centro desde 2005 son capaces de alcanzar tallas de hasta 8 kilogramos.
Durante los dos últimos cursos, el alumnado ha trabajado en el engorde de estos pulpos hasta los 3 kilogramos, analizando en cada uno de los tanques de cultivo de la zona de moluscos datos y calculando los índices de producción.
El estudio con los resultados y las conclusiones serán presentado en el próximo Congreso Nacional de Acuicultura analiza la viabilidad técnica y la rentabilidad económica. Mientras tanto, y una vez que se ha visto que técnicamente es posible producir ejemplares de entre 5 y 7 kilogramos en los congeladores y en los tanques, se han presentado a los profesionales de la cadena de valor de productos del mar, para que, entre todos, se pueda validar si efectivamente esta innovación en los formatos de producción puede llegar al mercado y ser un negocio.
Con objeto de recabar esta información, el pasado mes de mayo se organizó en el centro una reunión con representantes del sector productor de moluscos, específicamente de la empresa Mariscos CORMAR SL, y de los mayoristas y minoristas, Peixos Claudio SL, que manufactura y comercializa pulpo de la zona, y Congelats Marcos SL, que importa pulpo. También se contó con representantes de la restauración, en concreto con el cocinero local Albert Guzmán, especialista en cocina creativa marinera y de proximidad, y Vicent Guimerà, del restaurante estrella verde, cinco años consecutivos estrella Michelín por su restaurante “L’Àntic Molí”.
A los profesionales de la restauración les pareció que se trata de un producto con una “textura diferenciada”, muy interesante y de gran sabor, “posiblemente mejorado por la textura”.
Los mayoristas, por su parte, consideraron que es un producto “demasiado grande”, por lo que no les pareció interesante para su clientela habitual, ya que consideran que un formato interesante sería el de 2,5 a 3 kilogramos, ya que se trata de la ración más demandada, cocida y envasada al vacío cocn dos o tres patas.
Para los productores, los “superpulpos” de talla grande aportaría “exclusividad” al ser una talla grande que no siempre está disponible en los mercados. Como señalan, necesitaría de un trabajo comercial de presentación con destino a la alta cocina para aquel cliente que estuviera dispuesto a pagar más por tener algo que no tiene el resto. Una opción sería, por ejemplo, “exportar este producto al mercado asiático elitista”.