especiales Aquaculture Europe

Análisis de datos e inteligencia artificial para optimizar la producción de dorada y lubina

La inteligencia artificial y el aprendizaje automático son capaces de “cambiar la industria”

Manuel Luna, investigador del proyecto MedAID

Aunque todavía la inteligencia artificial está asomando tímidamente en la acuicultura mundial, principalmente en China, en España también hay un grupo de investigación que está dando pasos en el camino de apoyar a los productores del Mediterráneo, principalmente de dorada y lubina con el aprendizaje automático.

Durante la celebración del evento final del proyecto MedAID, que se realizó en el marco de la Aquaculture Europe 2021 de Madeira (AE21MAD) destacó en este sentido el estudio presentado por el investigador Manuel Luna, como parte del paquete de trabajo que abordó la mejora del desempeño comercial y de planes estratégicos de marketing, que ha estado liderado por la Universidad de Cantabria.

Como señaló el investigador a misPeces, las herramientas de inteligencia artificial disponibles en este momento tienen gran capacidad para apoyar a los productores en la toma de decisiones y optimizar la producción en granjas de acuicultura. El resultado de su aplicación se traduce en mejoras en los resultados de las empresas.

Tanto el uso de las técnicas de inteligencia artificial, como del aprendizaje automático, señala Manuel Luna, está cada vez más cerca de “ser una realidad”. Si estos métodos se combinan con la mejora de la captación y el tratamiento de datos, son capaces de “transformar la industria.

En su estudio, Manuel Luna tomó como referencia para mejorar la toma de decisiones de los productores cuatro de las decisiones esenciales de la gestión de las empresas. Que son: la fecha de siembra, el tipo de alevín, la estrategia de alimentación y la fecha de despesque o venta.

En base a este tipo de decisiones, señala Manuel Luna, se adoptó una metodología capaz de encontrar “el valor óptimo que maximiza los resultados de la granja, teniendo en cuenta todos los viveros y un horizonte de planificación de entre 2 a 10 años”. Los resultados no solo se enfocaron a los beneficios económicos o a la rentabilidad de la granja, señala. También a valores como el impacto medioambiental de la producción o la calidad de sus productos.

Además, añade, dado que la transferencia de las metodologías desarrolladas a la práctica del sector ha sido uno de los objetivos principales de este proyecto, se ha avanzado en dos aspectos que suelen representar un obstáculo para la utilización de esta metodología. Una de ellas es la utilización de técnicas de programación en paralelo para conseguir ejecutarlas directamente en la nube o en supercomputadoras. Gracias a esto, añade, “se ha conseguido reducir los tiempos de espera, pudiendo optimizar la planificación de más de más de 100 viveros en diferentes localizaciones en apenas 20 minutos”.

La otra, la dificultad que implica este tipo de programaciones para personal no lego en la materia. Para ello, se está trabajando en la integración de todas estas metodologías en una aplicación web de manera que los usuarios no expertos en programación puedan aplicarlas en su propia producción utilizando datos reales.

Esta aplicación ya está disponible en una versión de prueba en la que cualquier interesado puede comenzar a probar el funcionamiento de algunas de las metodologías.

De cara al futuro, señala el experto, se seguirá trabajando con el objetivo de generalizar el uso de este tipo de herramientas de apoyo a la toma de decisiones de los productores de acuicultura, trabajando en el desarrollo de metodologías aplicables a todas las especies y sistemas de producción.

“Hemos comprobado que estas técnicas, no solo permiten maximizar los resultados económicos, también ayudan a mejorar otros factores como la sostenibilidad medioambiental de la actividad o la calidad final del producto”, concluye Manuel Luna.

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