En el ámbito de la acuicultura, las carpas koi son especialmente valoradas por su variedad de patrones y colores, que no solo afectan su valor estético, sino que también su precio en el mercado. Como ya se ha informado anteriormente en misPeces, en julio del año pasado se llegó a pagar 1 millón de dólares por una carpa.
Los avances en genética y biotecnología de los últimos años han permitido a los investigadores explorar las bases genéticas que regulan la pigmentación de estos peces, abriendo nuevas vías para la cría selectiva.
En un entorno donde la demanda de variedades ornamentales sigue creciendo, los hallazgos un estudio sobre genes candidatos críticos para la pigmentación de la piel en cepas de carpa común (Cyprinus carpio) incluyendo carpa koi, publicado en la revista científica Aquaculture, son de gran importancia para informar prácticas de cría más eficientes y éticamente responsables.
Los investigadores examinaron la diversidad genética dentro de varias cepas obteniendo información sobre la estructura poblacional basada en marcadores de polimorfismo de nucleótido único (UNP). Al analizar estos marcadores, los científicos pudieron ver que las carpas se agrupan en ocho familias grandes o "clados", cada una con características genéticas distintas. Estos hallazgos ayudan a entender cómo estas familias han sido aisladas o seleccionadas de maneras que han llevado a una estructura poblacional muy diferenciada. Esto puede influir en cómo los criadores eligen parejas para cruzar y desarrollar nuevas variedades.
Por ejemplo, el estudio identifica genes específicos que están directamente relacionados con los colores vibrantes y los patrones únicos de las carpas koi. Genes que regulan la síntesis de melanina y el metabolismo de carotenoides, que son clave en la producción de colores rojos, negros y amarillos en la piel de estas carpas.
Se ha encontrado una gran diversidad genética entre las diferentes cepas de carpas koi, lo que implica que cada variedad puede tener características únicas y potencialmente deseables que pueden ser explotadas a través de la cría selectiva.
Gracias a estos hallazgos, los criadores pueden tener un conocimiento más profundo de los genes que afectan la coloración y otras características deseables, y tienen la posibilidad de desarrollar nuevas variedades de carpas koi que no solo sean estéticamente agradables sino también genéticamente saludables y vigorosas.