Las bacterias Streptomyces, conocidas por su habilidad para producir una amplia gama de enzimas hidrolíticas y oxidativas, han mostrado potencial para descomponer polímeros plásticos como el polietileno, el polipropileno y el poliestireno. En estudios de laboratorio, estas bacterias han sido capaces de utilizar plásticos como fuente de carbono, lo que indica su capacidad para degradar estos materiales complejos.
Este descubrimiento representa un avance significativo en la lucha contra la contaminación plástica y abre nuevas posibilidades para la implementación de biotecnologías sostenibles en la gestión de estos residuos.
Aunque la mayor parte de las investigaciones desarrolladas hasta ahora se han centrado en la degradación de plásticos en suelos, recientes estudios sugieren que estas bacterias también pueden ser efectivas en entornos acuáticos. Se han identificado cepas de Streptomyces en biofilms que se forman en plásticos flotantes, lo que indica su potencial para colonizar y degradar plásticos en el océano.
Entre los desafíos para que estas bacterias puedan ser utilizadas eficazmente en estos entornos está en factores como la temperatura, el pH y la disponibilidad de nutrientes que pueden intervenir en el rendimiento efectivo.
Para evaluar la viabilidad de la tecnología de degradación de plásticos con bacterias, se están desarrollando proyectos piloto que incluyen la inoculación de áreas contaminadas con cepas eficientes de Streptomyces, y la creación de sistemas de biorreactores flotantes.
Estas estrategias no solo ayudarán a limpiar los plásticos existentes en el agua, también proporcionarán una solución sostenible a largo plazo para la gestión de estos residuos y convertirse en una herramienta clave para proteger nuestros océanos y cuerpos de agua dulce de la devastadora acumulación de residuos plásticos.
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