
El bagazo de cerveza, el principal residuo de la industria cervecera, es valorado por su alto contenido en fibra. Sin embargo, su uso directo en piensos para peces se ve limitado por su baja digestibilidad y efectos adversos sobre el crecimiento.
Para mejorar estos aspectos, investigadores de las universidades de Oporto, Miño y Vigo han llevado a cabo un estudio en el que se evalúa el método de fermentación en estado sólido con el hongo Aspergillus ibericus como alternativa prometedora para reemplazar y reducir el uso de ingredientes vegetales convencionales en los piensos de juveniles de corvina (Argyrosomus regius).
En el estudio se formularon tres dietas: una de control sin bagazo, una con 10 % de bagazo sin fermentar (BSG) y otra con 10 % de bagazo fermentado (BSG-SSF), todas con el mismo contenido de proteína y lípidos.
Durante diez semanas, se evaluaron parámetros como el crecimiento, el metabolismo intermedio, la actividad enzimática digestiva, el estrés oxidativo y la histología intestinal de los peces.
Los resultados, publicados en Animal Feed Science and Technology, demuestran que la fermentación con este hongo mejora significativamente el perfil nutricional del bagazo de cerveza al aumentar “el contenido proteico en un 21% y reduce los niveles de lípidos, celulosa, hemicelulosa y lignina hasta en un 49%”.
Según los autores del estudio, mientras que el bagazo sin fermentar redujo el crecimiento y la eficiencia alimentaria de la corvina, la versión fermentada recuperó todos los parámetros a niveles similares a los de la dieta control. Además, no se observaron diferencias significativas en la composición corporal, metabolismo hepático, ni en los niveles de estrés oxidativo entre los grupos.
Uno de los aspectos más relevantes fue la salud intestinal. Aunque tanto el bagazo sin fermentar como el bagazo fermentado afectaron la morfología del intestino anterior, solo el que se usó sin fermentar provocó alteraciones significativas en la parte distal del intestino. Según el estudio, esto sugiere que la fermentación ayuda a mitigar el impacto negativo de la fibra sobre la mucosa intestinal.
La investigación refuerza la idea de que los subproductos agroindustriales, si son debidamente procesados, pueden formar parte de una estrategia de alimentación más circular y sostenible en la acuicultura. “Estos hallazgos respaldan el uso sostenible de subproductos agroindustriales en piensos acuícolas”, concluyen los autores.
Ahora, los autores recomiendan seguir investigando para evaluar la digestibilidad del bagazo fermentado, probar niveles de inclusión más elevados y estudiar sus efectos a largo plazo sobre la salud y eficiencia productiva de la corvina.