La Universidad de León y la empresa Ficosterra, con 50 años de experiencia en la fabricación de hidrocoloides de algas, han llegado a un acuerdo de colaboración para la realización de proyectos y actividades conjuntas en el área de ingeniería, biotecnología y economía circular.
Ficosterra está especializada en la transformación de biomasa de algas en abonos, bioestimulantes y biofertilizantes para el máximo desarrollo de cultivos y plantas.
Gracias a este acuerdo, la empresa aprovechará las infraestructuras y recursos materiales y humanos de la Universidad para desarrollar “soluciones biotecnológicas” innovadoras y ecológicas que mejoren la rentabilidad y sanidad de los cultivos.
Por parte de Universidad de León la rúbrica del acuerdo ha corrido por parte del rector Juan Francisco García Marín. En tanto que Ficosterra ha estado representada por su director Luis Lombana Larrea, que han estado acompañados por la Directora de Relaciones Institucionales y Comunicación de la empresa, Arancha de la Mata Llord, y los profesores de la ULE Fernando González Andrés, Carmen Morán y Antonio Morán Palao, del Grupo de Investigación en Ingeniería Química, Ambiental y Bioprocesos (IQUIMAB) de la ULE.
El investigador Fernando González ha comentado que se pretende mejorar la asimilación de nutrientes por parte de los cultivos, y ha explicado que "cuando se aplica un fertilizante, los cultivos aprovechan en el mejor de los casos un 60 o 70%". Con la investigación que desarrolla IQUIMAB, "no se trata de sustituir los fertilizantes sino de incrementar su eficiencia, reduciendo su aplicación y costes y en consecuencia contaminando menos".
En este sentido, Luis Lombana ha apuntado que "con la utilización de nuestras tecnologías gana el agricultor, porque consigue unos cultivos más eficientes; gana el medioambiente, porque se genera menos contaminación a la atmósfera y se reduce la huella de carbono, y gana el consumidor, que acaba teniendo una alimentación más sana".
Su misión es ayudar al agricultor a mejorar la rentabilidad y sanidad de sus cultivos con abonos, sustratos, bioestimulantes y biofertilizantes innovadores y sostenibles, en línea con lo que cada vez más demanda el mercado y necesita el medioambiente.
Comprometida con el ODS14 (evitar contaminación de mares y océanos), dentro del proyecto, Nutrialgae, promovido por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (UNPD), a través de la iniciativa Ocean Innovation Challenge (OIC), investiga los principios activos del mar e identifica aquellas algas que más beneficios pueden aportar a la agricultura: algas que crecen en ecosistemas ricos y diversos y que contribuyen a regenerar suelos, aumentar la productividad de las cosechas y mejorar la sanidad de los cultivos.
Ficosterra trabaja con innovadores sistemas de extracción para obtener las propiedades que más benefician a los cultivos. En este sentido Ficosterra viene colaborando con distintos centros de investigación para el desarrollo de sus estudios y casos de éxito sobre la aplicación y beneficios de las algas y de los microorganismos a la agricultura, y de ahí su interés en incrementar su cooperación con el Grupo de Investigación en Ingeniería Química, Ambiental y Bioprocesos (IQUIMAB) de la Universidad.
Finalmente hay que reseñar que Ficosterra tiene una clara vocación internacional. Fruto de ello es el nacimiento en México de la empresa Ficosterra América, un proyecto empresarial y de visión en el que se suman los esfuerzos de los equipos, experiencias y tecnologías propias de Ficosterra y de la empresa mexicana Algas Marinas S.A. de C.V., esta última dedicada a la recolección, procesamiento y extracción de los componentes naturales más importantes de las algas (Macrocystis Pyrifera) que habitan en el Océano Pacifico, para su uso en el sector agrícola.