
Los Bonos Azules, o ‘Blue Bonds’, son títulos de créditos emitidos por instituciones públicas o privadas calificadas, que utilizan el dinero obtenido para realizar proyectos que ayuden a resolver desafíos de la sostenibilidad de los océanos y de la Economía Azul.
Son instrumentos de renta fija cuyo objetivo es conseguir resultados económicos al tiempo que generar un impacto social positivo en el medio ambiente, la sociedad y el gobierno corporativo (ESG, por sus siglas en inglés).
Al igual que los Bonos Verdes, que se crearon para realizar proyectos sostenibles y buscan dar respuesta al interés creciente en inversiones en campos de la economía azul como la acuicultura, la biotecnología marina, el transporte marítimo y los servicios portuarios, la construcción naval, el turismo costero, las energías renovables offshore, y la gestión de aguas residuales, entre otras.
Son la última innovación en el sistema financiero, ya que los primeros Bonos Azules fueron creados en 2018, y están alineados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. En su creación, la emisión de Bonos Azules surgió para financiar inversiones de conservación y restauración. Por ejemplo, para recuperar de la eutrofización del mar Báltico, a través de Nordic-Baltic Blue Bond; o para la promoción de la Economía Azul en China.
Como explica Eduardo Menéndez Alonso, profesor titular de Economía Financiera de la Universidad de Oviedo en Cinco Días, en el sector de la acuicultura, Noruega ha sido pionera en la emisión de este tipo de Bonos. Mowi SA, el mayor productor de salmón Atlántico del mundo, fue la primera compañía en emitir este instrumento financiero en enero de 2020, con vencimiento a 5 años, por importe de 200 millones de euros, con un cupón de euríbor a tres meses, para financiar actividades de acuicultura sostenible.
A ellos, le siguió Grieg Seafood, que colocó en la Bolsa de Oslo en 2020, una emisión de bonos azules por importe de 150 millones de euros, con vencimiento en junio de 2025, con un margen de 3,40% sobre el tipo interbancario de Oslo.
Hoy en día los Bonos Azules están donde estaban los Bonos Verdes hace 10 años lo que hace esperar un crecimiento rápido por la madurez que está tomando el mercado.
¿Qué más debo saber de los Bonos Azules?

Cuando una empresa emite un bono azul, se compromete específicamente a invertir los ingresos en soluciones comerciales para la salud oceánica, el agua dulce, y para mejorar el acceso al agua y el saneamiento.
Estos bonos deben estar reconocidos a nivel mundial, por eso se alinean en los ODS de las Naciones Unidas. En un futuro se espera que exista un conjunto ampliamente aceptado de principios de bonos azules.
La Economía Azul como beneficio para personas, naturaleza y desarrollo económico.
Mantener los océanos saludables y productivos forman parte de los 17 ODS de las Naciones Unidas.
Para poder ser emisor de bonos azules se debe demostrar un compromiso general a nivel de la estrategia corporativa, y más allá del uso específico de los ingresos, para promover los ODS.
Los océanos son pieza fundamental para mitigar los efectos del cambio climático, erradicar el hambre en el mundo y la pobreza.
También se pueden crear con enfoques dirigidos a reducir los impactos negativos, para mejorar el acceso al trabajo de las mujeres, los pequeños productores, las minorías de grupo y migrantes.