El Centro de Investigaciones Marinas de Corón, entidad dependiente de la Conselleria del Mar de la Xunta de Galicia ha producido en un año once millones de semillas de mejillón de criadero que posteriormente fueron transferidas a bateas. De esta manera están demostrando que existe un método alternativo para reducir la dependencia de la extracción de mejillón del medio natural, uno de los mayores desafíos a los que se enfrenta el sector en los últimos años.
Así lo ha resaltado el conselleiro del Mar, Alfonso Villares durante una reciente visita a las instalaciones del CIMA de Corón quien explicó que en este proyecto están colaborando nueve bateeiros de la ría de Arousa y de la ría de Pontevedra.
Alfonso Villares también destacó que el seguimiento realizado de la semilla encordada ha demostrado que su tamaño se ha multiplicado por 30 en los primeros 60 días, pasando de unos 0,5 a 15,5 milímetros. Otro indicador de estos buenos resultados es el hecho de que en junio se recolectó la producción de cinco cuerdas con mejillón procedente del CIMA que llevaba ya un año en el medio natural y que se tradujo en un millar de kilos brutos, alrededor de 52.500 unidades de mejillón de tamaño europeo (alrededor de 50 piezas por kilo).
El consejero resaltó que estas cifras son el mejor aval para un modelo de criadero a pequeña escala desarrollado por la Xunta, que es perfectamente exportable y replicable por el propio sector. En esta línea, el objetivo es contar con una alternativa de obtención de mejillón a la extracción en el medio natural, aunque la finalidad no es cubrir el 100% de las necesidades, sino una parte de ellas, reduciendo así la presión sobre las rocas y haciendo frente a posibles períodos de escasez.
Durante su visita, el titular de Mar también conoció en detalle otras líneas de investigación que tiene en marcha el CIMA relacionadas con el mejillón, incluyendo análisis de la abundancia en el medio, mejora de su captación y formas de incrementar su producción. En este sentido, se está trabajando con drones e inteligencia artificial para identificar la presencia de recursos en el litoral y también en la búsqueda de mejores formas de captación de semilla.
Además, el Centro de Investigaciones Marinas participa junto al Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino de Galicia (Intecmar) y la Universidad de Vigo en un proyecto para evaluar la presencia de larvas de mejillón en el mar y ofrecer la mejor información posible al sector bateeiro, optimizando la captación de cuerdas u otros elementos recolectores de cría.
Los centros dependientes del CIMA, además de su sede en Corón, también participan en diferentes investigaciones relacionadas con el medio marino, abordando aspectos tan diversos como el seguimiento de toxinas emergentes o la evaluación del impacto del parásito Marteilia cochilia en el berberecho. También investigan cuestiones como la mejora de los procesos en la producción de fitoplancton o la evolución de los bancos de moluscos en las rías de Ares-Betanzos, Arousa y Vigo, entre otras acciones.
El Centro de Investigaciones Marinas también trabaja en iniciativas promovidas dentro del Plan Complementario de Ciencias Marinas, financiadas con recursos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia europeo, y participa en acciones impulsadas en el marco de la Red entre el sector pesquero y organismos científicos en la comunidad autónoma de Galicia (Redemar). En esta línea, se evalúan cuestiones como la explotación del erizo de mar, la recuperación de bancos naturales de ostra o el cultivo de macroalgas en el litoral gallego.
El titular de Mar destacó todo el trabajo de I+D+i aplicada que realiza el CIMA y la importancia de todo el conocimiento que aporta sobre el mundo del mar, vital para el desarrollo sostenible de la actividad pesquera y marisquera.