¿Podrán los pepinos de mar transformar la piscicultura? Investigadores del Instituto de Acuicultura de la Universidad de Stirling son optimistas con que las holoturias ayudarán en el cultivo de peces en los viveros flotantes, al ser capaces de alimentarse con los restos de heces y pienso no consumido por los peces.
Además del beneficio ecosistémico, los pepinos de mar son muy apreciados en el mercado asiático por sus propiedades. El kilogramo de este invertebrado procesado puede alcanzar entre 30 euros el kilo y 120 euros, frente a la dorada, por ejemplo, que tiene un precio medio de 6 euros el kilo.
Karl Cutajar, doctorando en la Universidad británica destaca que es “viable” criar peces y holoturias en un sistema integrado multitrófico (IMTA, por sus siglas en inglés).
La alta demanda de holoturias en Asia ha llegado a poner en riesgo de extinción a algunas especies. Las holoturias destacan por sus propiedades antibacterianas y anticancerígenas y, por eso, son objeto cada vez más de investigación para usos medicinales y farmacéuticos en todo el mundo.
Algunas especies de pepinos de mar crecen en aguas frías como las de Reino Unido, por eso ya se han puesto en marcha investigaciones para explorar el valor e impacto, especialmente en lo que se refiere al procesado y uso de residuos orgánicos de la acuicultura marina.
Las investigaciones llevadas a cabo se enmarcan en el proyecto europeo H2020 TAPAS (Tools for Assessment and Planning of Aquaculture Sustainability), realizado con AquaBiotech Group y la Universidad italiana de Palermo, en el que se han combinado dos técnicas analíticas para probar que los pepinos de mar procesan con éxito los residuos de los peces como fuente dominante de alimento.
El análisis de ácidos grasos en los pepinos de mar cultivados cerca de las jaulas de pescado mostró la presencia en su composición corporal de ingredientes terrestres a base de plantas, que solo podrían haber llegado por parte del pienso del pescado.
Angus Sharman, de piscicultura MFF Ltd de Malta, la granja que se usó para la experiencia de campo señala que la aplicación de esta tecnología ahora parece “muy posible”.
Finalmente, el profesor Trevor Telfer, del Instituto de Acuicultura de Stirling que supervisó la investigación ha declarado “estar muy animados” ya que hay un interés creciente en los sistemas IMTA en acuicultura, así como en sistemas de economía circular en otras industrias, como forma de encontrar soluciones sostenibles para desafíos futuros en productos del mar.