
El Consejo Consultivo del Mercado (MAC) ha emitido una opinión detallada sobre la propuesta de la Comisión Europea para revisar la normativa sobre bienestar animal durante el transporte, advirtiendo que el texto actual podría tener consecuencias no deseadas para la industria acuícola de la Unión Europea.
Publicado el 7 de diciembre de 2023 en el marco de la Estrategia “De la Granja a la Mesa” (Farm to Fork), el proyecto legislativo introduce, por primera vez, requisitos específicos de bienestar para los animales acuáticos, incluidos los peces, cefalópodos y decápodos. Aunque el MAC apoya una mayor protección del bienestar animal, subraya que estas medidas deben equilibrarse con las realidades operativas y la sostenibilidad económica del sector.
Según el MAC, la propuesta necesita ajustes significativos para evitar imponer cargas desproporcionadas a los piscicultores y empresas del sector pesquero en toda la UE.
El MAC destaca la ambigüedad en el alcance de la propuesta y pide que se aclaren las exenciones y definiciones. Recomienda excluir explícitamente los embriones vivos, larvas y huevos de animales acuáticos, y propone aumentar la distancia exenta para el transporte por parte de los propios acuicultores de 50 km a 100 km, reflejando mejor la dispersión geográfica de muchas explotaciones acuícolas.
El Consejo también considera que los pequeños minoristas que utilizan sus propias furgonetas para entregas locales de animales acuáticos vivos deberían estar exentos de los requisitos de autorización de transporte. Del mismo modo, los buques dedicados a la producción primaria, incluidos los well-boats (barcos con tanques de agua) y jaulas utilizadas para especies como el atún rojo, no deberían estar sujetos al reglamento.
Asimismo, el MAC señala que la actual definición de “animales acuáticos” no contempla las características biológicas específicas de los moluscos bivalvos, que, en su opinión, no deberían estar sujetos a las mismas normas. También recomienda incluir una definición clara de “well-boat” para evitar confusiones con los buques de ganado destinados al transporte de animales terrestres.
En relación con los decápodos, el MAC expresa su preocupación por la viabilidad de los requisitos de transporte para especies como la langosta y el buey de mar. Estos animales pueden entrar en un estado de “torpor” en condiciones frías y húmedas, lo que permite su transporte seguro sin agua, utilizando paños húmedos y bolsas de gel frío.
En 2023, la UE importó 10 millones de kilos de langosta viva, principalmente de Canadá y Estados Unidos. Por su parte, más de 2 millones de kilos de buey de mar vivo fueron exportados a China en 2022, y también se transportan con frecuencia dentro del territorio comunitario. Dada esta realidad y la diversidad de prácticas, el MAC considera que imponer un único método obligatorio de transporte no sería viable, y que los operadores deben tener libertad para elegir métodos que garanticen el bienestar animal.
El proyecto de reglamento también propone la monitorización continua de parámetros del agua, como el CO₂ y el amoníaco. No obstante, el MAC señala que la mayoría de los vehículos de transporte no están equipados para este fin, y que las prácticas actuales —como las mediciones manuales de oxígeno y temperatura— ya son eficaces y ampliamente utilizadas.
La supervisión veterinaria, exigida en los artículos 17 y 25, se considera poco realista debido a la escasez de profesionales cualificados. El MAC sugiere que operadores con experiencia acreditada puedan desempeñar esta función en su lugar.
El Consejo también expresa su preocupación por el requisito de certificación en el sistema TRACES para el transporte de corta distancia. Considera que esto podría suponer una carga excesiva para los pequeños operadores y no debería aplicarse en el caso de animales acuáticos.
El MAC insta a la Comisión Europea y a los Estados miembros a aclarar el impacto financiero esperado de las nuevas normas, incluyendo los costes de producción adicionales, el incremento del precio por kilo, y las consecuencias para la competitividad de los productos acuícolas europeos.
Por último, el Consejo Consultivo del Mercado formula cinco recomendaciones clave para mejorar la propuesta legislativa: Modificar el alcance del reglamento para reflejar las realidades del sector acuícola, incluyendo las exenciones pertinentes; aclarar los mecanismos de cumplimiento para los exportadores de terceros países; garantizar la flexibilidad en los métodos de transporte de decápodos; ajustar los requisitos técnicos para que se adapten a las prácticas actuales del sector; y ofrecer mayor transparencia sobre las implicaciones económicas de la normativa.
A medida que el reglamento entra en la fase de negociaciones interinstitucionales, se espera que las propuestas del MAC jueguen un papel relevante. Aunque reitera su apoyo a una mayor protección animal, el Consejo insiste en que las nuevas normas deben ser científicamente sólidas, proporcionadas y operativamente aplicables, para salvaguardar tanto el bienestar animal como la viabilidad del sector acuícola europeo.