Tras más de dos años de esfuerzos colaborativos, un consorcio internacional de científicos ha logrado secuenciar el genoma de pelillo (Gracilaria chilensis), una la especie de alga extraída y explotada principalmente Chile, de ahí su nombre específico “chilensis”.
Esta investigación se llevó a cabo bajo un consorcio internacional que incluye a destacadas instituciones como el Núcleo Milenio de Agronomía Marina de Algas (MASH), la Estación Biológica de Roscoff en Francia y el Instituto Max Planck en Alemania y científicos de Alemania, Francia, Estados Unidos, Brasil y Chile.
Como explican, no solo se decodificó el genoma de pelillo, sino también el de otras especies del género Gracilaria, lo que promete revolucionar el entendimiento sobre la producción de agar, un polisacárido comercialmente valioso.
Esta investigación, según explicó Sylvain Faugeron, director alterno del Núcleo Milenio MASH, “nos permitirá entender los procesos de domesticación del alga y disponer de un recurso genómico para mejorar genéticamente para fines acuícolas".
Las algas rojas como Glacilaria, como explican los investigadores, poseen entre 8.000 y 9.500 genes, una cifra notablemente menor en comparación con el genoma humano. Una particularidad es que el 20-30% de estos genes no tienen funciones identificadas, lo que presenta oportunidades de descubrimiento en el funcionamiento de estos organismos.
También, y a diferencia de otros organismos, los genomas de estas algas no contienen cromosomas sexuales, una característica que puede iluminar la evolución de la estructura del genoma.
Además de la secuenciación, el consorcio ha presentado la plataforma Rhodoexplorer, una herramienta pública que facilita el acceso a estos genomas y proporciona herramientas bioinformáticas para su estudio.
Como señalan, este avance promete ser fundamental para la acuicultura de algas, donde MASH está investigando rasgos agronómicos de interés en pelillo, como su reproducción, la biosíntesis de agar y sus mecanismos de defensa contra patógenos. Con este conocimiento, el consorcio espera mejorar las cepas cultivadas mediante la selección dirigida en genes cruciales.