La criopreservación de material genético a temperaturas ultrabajas, generalmente utilizando nitrógeno líquido (-196ºC) es una herramienta utilizada en acuicultura para conservar el esperma, embriones y larvas. De esta manera, se puede asegurar un suministro constante de material reproductivo y contribuir a la sostenibilidad y mejora genética de las poblaciones.
Esta tecnología, todavía en fase de desarrollo, ofrece ventajas significativas frente a la dependencia de bancos de reproductores activos al facilitar la creación de bancos genéticos, conservando linajes valiosos que pueden ser reintroducidos en caso de pérdida por enfermedades, desastres naturales o cambios climáticos.
Las larvas o embriones criopreservados pueden ser descongelados y utilizados según la demanda, garantizando una producción constante incluso en temporadas bajas o en regiones donde el cultivo depende de condiciones ambientales específicas.
Este tipo de técnica es utilizada en la actualidad para preservar el esperma del lenguado (Solea senegalensis), facilitando su uso en programas de reproducción asistida y mejoramiento genético, asegurando la disponibilidad de gametos de alta calidad durante todo el año.
En el caso de los corales, también se han desarrollado protocolos para la preservación de embriones de Acropora palmata, que son utilizados en la restauración de arrecifes.
En moluscos bivalvos, con la ostra del Pacífico (Magallana gigas) y almeja (Ruditapes philippinarum) se han creado germoplasmas para la cripreservación de gametos y embriones para mantener la diversidad genética y apoyar proyectos de repoblación.
En investigación, la criopreservación de embriones de pez cebra (Danio rerio) facilita la investigación a largo plazo y reduce la necesidad de mantener colonias vivas de este animal modelo.
Tecnología de vitifricación: nuevo avance a futuras aplicaciones
A pesar de las considerables ventajas y prometedoras aplicaciones, la criopreservación de especies acuáticas todavía presenta desafíos técnicos significativos. La células y tejidos de muchas especies son altamente sensibles al frío, y la alta concentración de agua en los embriones y larvas aumenta el riesgo de formación de cristales de hielo, lo que puede dañar estructuras celulares vitales.
Sin embargo, los avances se siguen produciendo. Uno de gran importancia es el uso de vitrificación, un proceso de congelación ultrarrápida que previene la formación de cristales de hielo. Posteriormente, el calentamiento con laser, permite superar estas limitaciones.
Esta técnica ha sido utilizada con éxito y ha mostrado resultados prometedores con especies como el camarón blanco del Pacífico (Litopenaeus vannamei), aunque aún queda un largo camino para lograr una criopreservación completamente efectiva y su aplicación en entorno comercial.
Por eso, en el futuro se deberá seguir desarrollando agentes crioprotectores más avanzados y específicos para diferentes especies, así como la optimización de protocolos de descongelación.
A medida que la investigación avance, es probable que vayan surgiendo una integración más profunda de esta tecnología en las estrategias comerciales de la acuicultura.