
La Federación Europea de Productores de Acuicultura (FEAP, por sus siglas en inglés) considera que la Comisión Europea ha vuelto a “perder la oportunidad” de situar la acuicultura en el centro de su visión para el futuro de la producción sostenible de alimentos acuáticos en la Unión Europea.
Según la postura que defiende la FEAP, si bien los recursos pesqueros extractivos son un bien común europeo que debe gestionarse a nivel europeo, la gestión de la acuicultura es responsabilidad compartida entre los Estados miembro y la Comisión.
La Política Pesquera Común, señala la FEAP, no ha reconocido adecuadamente la importancia de la acuicultura como fuente estratégica de alimentos sostenibles. Dentro del marco legal actual, y sin interferir en la responsabilidad de los Estados miembro para gestionar la acuicultura, la Política Pesquera Común debería establecer un objetivo inspirador para el desarrollo acuícola.
Esto tendría impactos directos tanto en la seguridad alimentaria como en el equilibrio comercial de alimentos acuáticos de la Unión Europea respecto a los terceros países.
La FEAP se muestra “profundamente preocupada” por la evolución frustrante del sector acuícola europeo. Desde el año 2000, explican, el crecimiento ha sido “prácticamente inexistente” tanto en la producción de peces como de moluscos, mientras que la producción de algas y crustáceos es casi insignificante.
Esta fragilidad de la acuicultura en la UE contrasta, en primer lugar, con la situación próspera de la acuicultura en otros países de Europa y en todo el mundo y, en segundo lugar, con las excepcionales propiedades de los peces como alimento nutritivo y saludable.
Está en juego también el buen desempeño ambiental de la acuicultura en la UE, la destacada producción científica en acuicultura de las instituciones de investigación, las capacidades de innovación de los proveedores para la acuicultura europea y las oportunidades de educación y formación para profesionales de la acuicultura en la UE.
Existe decepción también en la FEAP por descubrir que la base de la iniciativa de la Comisión Europea es la de promocionar la producción acuícola de “bajo nivel trófico”, como algas y moluscos, y los sistemas multitróficos integrados, creando una “división reputacional artificial” que dificulta la “aceptación social necesaria para el desarrollo de la acuicultura en la UE”.
Mientras esto sucede, señala la FEAP, en el resto del mundo la acuicultura se ha posicionado como “un elemento clave para la seguridad alimentaria, desde un punto de vista cuantitativo y de valores nutritivos. Y, en países vecinos como Noruega y Turquía, el esfuerzo se ha puesto en “apostar fuertemente” por aumentar su producción piscícola y aprovechar las exportaciones al Mercado Único de la UE, donde los piscicultores locales no pueden producir la cantidad requerida de peces y los consumidores siguen demandándolos por razones nutricionales y gastronómicas.
“No se trata solo de mejillones y algas marinas: según la FAO, también será necesaria la acuicultura sostenible de peces para cubrir las necesidades alimentarias globales”, señalan desde FEAP.
En base a todo lo anteriormente mencionado, la FEAP ha realizado una serie de comentarios y observaciones que a continuación se resumen y que quien quiera podrá ampliar en el enlace al final de esta noticia.
La Comisión debe tener en cuenta que las recomendaciones de consumir entre dos y tres raciones de pescado rico en omega-3 a la semana para una dieta saludable.
La Comisión debe usar un lenguaje más claro y no tan ambiguo a la hora de utilizar el término “Pesca” ya que crea “incertidumbre y confusión” al incluir a veces a la acuicultura. Este problema, como apuntan, debe resolverse de inmediato y los textos legales europeos deben ser más claros e inequívocos. En este sentido, propone cambiar el nombre por “Política Común de Acuicultura y Pesca” e integrar también a la acuicultura de aguas continentales. También reducir el sesgo que existe hacia la pesca en todas las iniciativas que propone e incluir también a la acuicultura.
La Comisión debe promocionar la renovación generacional, pero también hacer políticas que atraigan todo tipo de empleados de cualquier edad y condición.
La Comisión también debe establecer un indicador de autosuficiencia de alimentos acuáticos, así como un objetivo cuantitativo para 2030 y, establecer otros objetivos cuantitativos e indicadores para su seguimiento.
En lo que se refiere a las políticas de mercado, la FEAP considera importante promover la creación de organizaciones de productores transnacionales; ampliar los estándares de comercialización a aspectos ambientales y sociales; abordar la información inadecuada o engañosa sobre productos acuáticos en el canal HORECA y ventas minoristas; asegurar condiciones equitativas en política comercial, actualizando acuerdos bilaterales y mejorando los instrumentos de defensa; así como mejorar la disponibilidad de datos estadísticos para un análisis detallado en acuicultura y pesca.