Bruselas 6/04/2020 – A pesar de que el sector acuícola está considerado en Europa esencial para garantizar la seguridad alimentaria en este momento de la pandemia por coronavirus (COVID-19), la falta de ventas por el cierre de comercios de hostelería y restauración y un menor consumo de pescado fresco por parte de los ciudadanos, lo ha dejado expuesto a una situación “extremadamente peligrosa” en el plano económico.
Ante este escenario, la Comisión Europea ha reaccionado ha modificado los artículos 30 y 55 del Reglamento del Fondo Europeo Marítimo y de la Pesca (FEMP), buscando una reasignación más flexible de los recursos financieros dentro de los programas operativos de los distintos Estados miembro y un procedimiento simplificado para la modificación de éstos para que se puedan incluir las medidas.
Sin embargo, esta modificación del FEMP, según indican al respecto desde la Federación Europea de Productores de Moluscos (AMPE, por sus siglas en inglés) y de peces (FEAP, por sus siglas en inglés) son el reflejo de la falta de comprensión por parte de las autoridades europeas de cómo funciona el sector acuícola y cuales son sus necesidades, al no considerar la especificidad de la actividad de cría en Europa y equipararla con la actividad pesquera.
El nuevo conjunto de medidas, señalan desde AMPE y FEAP, no toma en consideración que la actividad acuícola depende del ciclo natural de los animales, siendo esencial para los productores europeos “ser compensados por las pérdidas de ingresos y no por la pérdida de producción, como se está estimando en el artículo 55, ya que la actividad no puede detenerse ni ralentizarse, y no se pueden omitir los costes adicionales que presentará la gestión de existencias y predecir las perturbaciones del mercado cuando las ventas se reanuden.
Por otra parte, y en relación con el artículo 30, aunque reciben satisfactoriamente la apertura de mecanismos de almacenamiento de los productos acuícolas, los productores consideran importante “ampliar las condiciones con apoyo financiero para este almacenamiento, incluidas las asociaciones acuícolas, sin dejar de incluir las especies de mariscos en la lista de especies elegibles del anexo I de la modificación del Reglamento.
Finalmente, y para mejorar las compensaciones entre productores acuícolas y pesqueros, y no caer en una brecha de igualdad entre ambos sectores, los representantes de los acuicultores europeos consideran importante enmendar el artículo 55 para que los colectivos productivos se vean protegidos no solo en este caso de salud pública por el COVID-19, sino, también, para cualquier crisis de salud, incidente ambiental y otros fenómenos climáticos adversos, como sí se prevé en el artículo 35 actualmente en vigor para los pescadores.