AQUA 2024

¿Cuáles son las áreas clave en las que se debe trabajar para mejorar el rendimiento productivo de la acuicultura?

Copenhague (Dinamarca) 30/08/2024 | la optimización de la nutrición, la mejora genética, el uso de tecnología avanzada, el control efectivo de enfermedades y la adopción de prácticas sostenibles como el IMTA fueron temas centrales

AQUA 2024 - participantes sesiones

Durante las presentaciones de AQUA 2024 los expertos participantes han subrayado que la mejora del rendimiento productivo en la acuicultura puede lograrse mediante la optimización de la nutrición, la mejora genética, el uso de tecnología avanzada, el control efectivo de enfermedades y la adopción de prácticas sostenibles como el IMTA.

Estas áreas clave no solo aumentan la eficiencia y la productividad, sino que también promueven una acuicultura más sostenible y rentable, crucial para el futuro de la producción alimentaria global.

Una de las principales áreas de enfoque es la optimización de la alimentación y la nutrición de los peces. Los estudios presentados destacaron la importancia de desarrollar dietas más eficientes y sostenibles, que incluyan ingredientes alternativos como algas y otros recursos marinos. Ajustar la relación carbono-nitrógeno en los alimentos también se sugirió como una estrategia para mejorar la conversión alimenticia y reducir los desechos, promoviendo un crecimiento más rápido y saludable de los peces.

Por ejemplo, en una de las presentaciones, investigadores de la Universidad de Wageningen demostraron cómo el uso de macroalgas en la dieta de los peces no solo proporciona un alto contenido en nutrientes esenciales, sino que también reduce el uso de ingredientes convencionales como el pescado y la soja, que pueden ser menos sostenibles a largo plazo.

Otra presentación resaltó el desarrollo de piensos a base de insectos, destacando que estos pueden ser una fuente rica en proteínas y grasas saludables, promoviendo un crecimiento más rápido y eficiente en diversas especies acuícolas. Los insectos, además, requieren menos agua y espacio para su producción, lo que los convierte en una opción más ecológica.

Ajustar la relación carbono-nitrógeno en los alimentos también se sugirió como una estrategia para mejorar la conversión alimenticia y reducir los desechos. Un estudio realizado por un equipo de la Universidad de Plymouth presentó resultados sobre cómo modificar la proporción de estos elementos en la dieta de los peces puede llevar a una mejor digestión y absorción de los nutrientes. Al ajustar el equilibrio entre carbono y nitrógeno, se reduce la excreción de desechos nitrogenados al medio acuático, lo que minimiza el impacto ambiental y mejora la calidad del agua en las granjas acuícolas.

Otra área clave es la mejora genética a través de la reproducción selectiva. Por ejemplo, un equipo de investigadores de la Universidad de Bergen presentó un estudio sobre la selección genética en el salmón Atlántico para mejorar la resistencia a enfermedades comunes como la anemia infecciosa del salmón (ISA). A través de la selección de individuos con una mayor resistencia genética a este virus, lograron una reducción significativa en la mortalidad de los peces durante los brotes, lo que no solo disminuye las pérdidas económicas, sino que también reduce la necesidad de tratamientos con antibióticos y otros medicamentos.

En otra presentación, científicos del Instituto de Investigación de Acuicultura de Noruega (Nofima) demostraron cómo el uso de herramientas de genómica avanzada puede acelerar los programas de reproducción selectiva. Utilizando técnicas como la selección genómica, los investigadores pueden identificar y seleccionar rápidamente peces con las mejores características genéticas para el crecimiento rápido y la eficiencia alimentaria. Este enfoque permite una mejora más rápida y precisa del stock, optimizando el rendimiento de las granjas acuícolas y aumentando la rentabilidad.

Además, un estudio de la Universidad de Stirling mostró cómo la reproducción selectiva puede ser utilizada para desarrollar líneas de peces que se adaptan mejor a las cambiantes condiciones ambientales, como el aumento de la temperatura del agua debido al cambio climático. Al seleccionar peces que prosperan en temperaturas más cálidas, los acuicultores pueden mantener altos niveles de producción incluso en condiciones adversas, asegurando la sostenibilidad y el éxito a largo plazo de sus operaciones.

Otras áreas que son importantes para alcanzar el objetivo de mejorar el rendimiento productivo y optimizar el uso de los recursos pasa por la implementación de tecnologías avanzadas de control de los parámetros, el control efectivo de enfermedades y la adopción de prácticas sostenibles como el IMTA.

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