
La maximización del rendimiento productivo requiere llevar una granja a su límite óptimo de densidad de carga sin que se vean afectada la calidad del agua, las interacciones entre los peces y el estrés de los animales.
Esto se consigue en parte, como explica Alfredo Manuel Campos, Nutrition, Health & Welfare Aquaculture de Dibaq Aquaculture, con procesos productivos tecnificados y un control exhaustivo del cultivo. Sin embargo, añade, esto es una parte del trabajo por hacer. También se debe proporcionar a los peces una dieta equilibrada que cumpla con los requerimientos nutricionales de cada especie y etapa de crecimiento, minimizando los restos no consumidos.
En Dibaq Aquaculture, señala, nos preocupamos por ofrecer este tipo de alimento de calidad para los peces y camarones, cuidando además que éstos cuenten con las vitaminas y minerales orgánicos que preparen a los peces frente a cualquier desafío.
Este tipo de dietas, añade, requiere de materias primas sostenibles alternativas a las harinas de pescado, como las que proceden de fuentes vegetales. Esta elección, señala, “nos permite reducir nuestra dependencia de los recursos pesqueros, que son cada vez más limitados, y contribuir a la preservación del medio ambiente”.
Dentro del grupo de harinas de origen vegetal, una de las más importantes es la soja por su alto contenido proteico y de aminoácidos. Para un buen uso de la soja como ingrediente, explica, se deben tener en cuenta otros factores relacionados con aspectos anti nutricionales que tiene, entre los que se pueden mencionar, entre otros, ciertos oligosacáridos y saponinas. También se deben tener en cuenta los contenidos de ácido fítico que disminuye la biodisponibilidad de minerales esenciales como el hierro, zinc y el calcio, esenciales en los peces.
Para superar en gran medida estos inconvenientes, los estudios han demostrado que funciona muy bien la soja fermentada, ya que en el proceso se generan ácidos orgánicos que se encuentran de forma natural y que tienen funciones nutricionales importantes. Entre otros destacan el ácido butírico, el valeriánico, acético o fórmico. Cada uno, con una función nutricional específica que ayudan a crear halos de inhibición contra cepas de patógenos como Vibrio spp, y que ayudan a fortalecer el sistema inmune de los peces.
Esta incorporación, añade Alfredo Manuel Campos, es el resultado de nuestro “constante trabajo de innovación y mejora”. En Dibaq Aquaculture, se están realizando pruebas de I+D+i continuamente con estos fermentos vegetales en combinación con otros aditivos naturales para buscar una mejora en el rendimiento y en el sistema inmunitario de los peces y camarones de cultivo, con la finalidad de ayudar al piscicultor a mejorar su productividad en todo lo posible.