
Ejemplares de dorada (Sparus aurata) han sido avistadas por primera vez en aguas del norte de Taiwán, específicamente cerca del puerto de Keelung, lo que plantea entre los científicos una significativa preocupación sobre los riesgos de especies invasoras en el Pacífico.
El fenómeno, según ha sido publicado una revista científica, parece estar vinculado a escapes accidentales de granjas acuícolas en las islas Penghu, un archipiélago al suroeste de Taiwán, donde estas operaciones comenzaron en 2020, aunque su producción disminuyó rápidamente debido a problemas como tasas de crecimiento subóptimas.
Según los expertos, las doradas parecen haberse escapado posiblemente en etapas tempranas de desarrollo, pudiéndose adaptar al nuevo entorno, madurando y reproduciéndose en libertad.
Ahora se plantean una serie de preguntas aun no resueltas vinculadas con el posible impacto ecológico y cómo la presencia de estos peces puede afectar a las especies locales, ya sea desplazándolas de sus hábitats como hibridándose con ellas. También plantean la necesidad urgente de mejorar el diseño de las jaulas y otros sistemas de contención para mitigar futuros escapes.
Otras preguntas a las que no se han podido dar respuesta por el momento es si se trata de una población autosuficiente que ya se ha adaptado a las aguas del Pacífico, o cómo se pueden monitorizar y controlar para que no se expandan.