
Madrid 23/08/2019 – Una investigación del Real Jardín Botánico (RJB) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha puesto de manifiesto cómo las especies invasoras de cangrejo de río, el rojo (Procambarus clarkii) y el señal (Pacifastacus leniusculus), ambas presentes en España, transmiten la afamicosis o 'peste del cangrejo', una enfermedad letal para las poblaciones autóctonas europeas, donde ha diezmado los cangrejos locales.
Estas dos especies fueron introducidas en España en la década de los años setenta, desde entonces, según los resultados del trabajo publicado en la revista PLOS ONE, se constata el impacto negativo de estas especies y alertan de la importancia de tomar medidas más eficaces para controlarlas.
Según los datos, los resultados del trabajo, no solo muestran que estos cangrejos invasores son "portadores crónicos" del patógeno emergente Aphanomyces astaci sino que además lo transmiten a los cangrejos de río europeos, altamente susceptibles a esta enfermedad. El patógeno es similar a los hongos, aunque filogenéticamente está relacionado con un grupo de algas, según señalan.
Los investigadores del departamento de Micología del Real Jardín Botánico del CSIC Laura Martín Torrijos y Javier Diéguez-Uribeondo han analizado 50 casos de mortalidad masiva de cangrejos autóctonos desde el año 2004 y durante su análisis se han identificado y secuenciado regiones del ADN mitocondrial de A. astaci para conocer el origen de la enfermedad, es decir, la especie invasora responsable del brote de afanomicosis.
El investigador Javier Diéguez-Uribeondo ha señalado que los análisis muestran que la afanomicosis sigue activa desde su introducción en 1973, y que la enfermedad se ha mantenido de forma crónica en las poblaciones americanas introducidas.
"Los resultados muestran que, allí donde se ha introducido cangrejo rojo, principalmente en el Sur y Este de España, los brotes de afanomicosis tienen su origen en esta especie invasora; mientras que en aquellos lugares donde se ha dispersado el cangrejo señal, principalmente Castilla-León, Navarra o País Vasco, los brotes de peste del cangrejo se deben al haplotipo del patógeno característico de cangrejo señal", añade.
Además, añade que tanto la dispersión del cangrejo rojo como del cangrejo señal se ha debido a la comercialización en vivo y a su pesca recreativa. Por tanto, insiste en que los resultados del estudio muestran el impacto negativo de estas especies invasoras y alerta de la necesidad de tomar medidas más eficaces para su control, así como el apoyo de planes de conservación de la gestión de la especie de cangreo de río autóctona y al borde de la extinción.
Las poblaciones de cangrejo autóctono tienen su origen en la última glaciación y su pesca fue hasta los años setenta más importante incluso que la de la trucha. En la actualidad se estima que apenas quedan 500 poblaciones con escasos ejemplares en zonas aisladas y relegadas a hábitats marginales como arroyos de montaña.
"Su estado es crítico tanto por lo vulnerable de su hábitat como por la amenazada de especies invasoras", concluye Diéguez-Uribeondo.
Referencia:
Laura Martín-Torrijos, Harri Kokko, Jenny Makkonen, Japo Jussila, Javier Diéguez-Uribeondo. Mapping 15 years of crayfish plague in the Iberian Peninsula: The impact of two invasive species on the endangered native crayfish. Plos One