
El Puerto de Santa María 26/06/2018 - El investigador del IFAPA Centro El Toruño, José Pedro Cañavate considera que a través de la eco-intensificar se podría mejorar los sistemas tradicionales de acuicultura en tierra basados en marismas transformadas del sur de la Península Ibérica, además de permitir “la conservación del entorno e incluso recuperar aquellos que ya están seriamente degradados”.
La eco-intensificación en acuicultura, indicó Cañavate, se fundamenta en una serie de procesos y funciones ecológicas que permiten aumentar la productividad, fortalecer los servicios ecosistémicos y mitigar los posibles impactos sobre el entorno.
Esta línea de investigación, además, forma parte de una de las prioridades del IFAPA en programa sectorial 2018-2021 denominada "Integración de Acuicultura y Medio Ambiente". De manera más específica con esta línea se buscará el desarrollo de sistmas de producción y aplicaciones de nuevas tecnologías compatibles con este concepto basado en enfoques eco-sistémicos.
Tal y como señaló durante la presentación de su propuesta, la acuicultura Sur Atlántica está basada en la producción de peces con elevada posición trófica, en el que se emplean piensos de alto valor nutricional que representan altos costes para el productor. La eco-intensificación, señaló, considera también la vulnerabilidad del sistema productivo frente al entorno para aumentar su relevancia.
Los esteros, añadió, presentan importantes ventajas respecto al cultivo en jaulas, ya que permite el confinamiento de los nutrientes y la bioconversión de éstos durante el proceso de cultivo.
A modo de ejemplo explicó que en una producción convencional, los peces retienen el 30 por ciento del alimento ingerido como parte de su sistema fisiológico. El resto actualmente no es aprovechado por falta de mayor integración con otros cultivos que se podrían dar en una misma instalación. Estas pérdidas de nutrientes, tienen un potencial de mejora del 30 por ciento teniendo en cuenta que el pienso es entre el 40 al 50 por ciento de los costes totales de producción.
Si estos desechos fueran aprovechados con una eficiencia del 50 por ciento, los sistemas de estero tendrían un potencial para el cultivo de 5 TM de Ulva sp al año.
Como explicó, ya se comienza a trabajar con los “Sistemas Multitróficos en Acuicultura” (IMTA) que buscan mejorar la integración de varios cultivos de distinto nivel trófico en un mismo sistema de producción, sin embargo, señaló, no han llegado a desarrollarse como cabría esperar por diversas causas.
Otra opción, explicó, son los Sistemas de Recirculación en Acuicultura (RAS, por sus siglas en inglés). “A mayor intensificación, mayor control y gestión de los nutrientes”, y eso es lo que ofrece este tipo de tecnología.
Al respecto de los niveles tróficos en los que habría que centrar los desarrollos para el éxito de la eco-intensificación el investigador apunto a los primarios y secundarios. Por eso apuntó a ofrecer propuestas biotecnológicas basadas en el mejor aprovechamiento de los nutrientes para mejorar la productividad de las microalgas y el zooplancton, y extraer de éstos nutrientes esenciales como el Omega3.
En este caso expuso el caso del calanus oil, un aceite extraído en el mar Báltico del un copépodo que aunque no viene a representar la solución definitiva a la demanda de Omega3 de origen marino por tratarse de una fuente pesquera, si se ha convertido en una vía alternativa.
En el caso de nuestros esteros, éste recurso en forma de Omega3 se podría obtener de los camarones, los miscidáceos y pequeños peces como el fúndulus que abundan en los sistemas de marismas y que sí serían fruto de la acuicultura y de su integración con la producción de peces.