
El ultimo Consejo de Ministros del año ha venido con un paquete de medidas anticrisis donde, por primera vez, reduce el IVA de los productos básicos de alimentación, y donde, deja fuera de esta rebaja a los de la pesca y la acuicultura.
Según lo anunciado por el presidente del Gobierno Pedro Sánchez en rueda de prensa celebrada hace solo unas horas, estas “medidas extraordinarias” tendrán una vigencia de seis meses, con la opción de prorrogarlas durante un año.
Según lo anunciado por Sánchez, se baja el IVA de los alimentos básicos del 5% actual al 0%. Esta bajada afecta a productos básicos como frutas, verduras, legumbres, leche, pan, quesos. El IVA de la pasta y el aceite, no considerados como básicos, también bajan del 10% al 5%. Ninguna rebaja para el pescado y el marisco.
Tras el anuncio del gobierno, la patronal de las pescaderías españolas FEDEPESCA ha sido la primera en alzar la voz y criticar que “por desgracia” y “gran decepción de las 23 000 personas que trabajan en el comercio especializado” no se rebajan los pesqueros.
En FEDEPESCA se lamentan que han sido 15 años ofreciendo todo tipo de argumentos relacionados con la salud, con la lucha contra la obesidad y las enfermedades relacionadas con una mala alimentación, “con la necesidad de enviar un mensaje contundente desde el Gobierno para apostar por el consumo de alimentos saludables potenciando su consumo”.
Como añaden, se han ofrecido datos, estudios del tipo impositivo del IVA en otros países europeos. Se ha trabajado en colaboración con toda la cadena de valor pesquera hasta ir viendo como esta justa demanda se hacía colectiva para todo el sector, era apoyada por el Parlamento Gallego y cómo en Europa se habla ya de una fiscalidad saludable. También lo había solicitado el BNG y el PP ante la aprobación de los presupuestos generales del Estado.
Finalmente se pensaba que en este contexto inflacionario y ante la necesidad de apoyar a las familias para comprar alimentos saludables, hoy se iba a aprobar la rebaja del IVA de los productos pesqueros lo que, increíblemente, no ha sucedido. Las llamadas fuerzas progresistas no han visto necesario apoyar el consumo de unos productos indispensables para la salud, recomendados por el propio Ministerio de Consumo al menos 3 veces a la semana.
A pesar de que se ha perdido el 25% del consumo de productos pesqueros en los hogares desde 2008, y que es imprescindible ayudar a mantener la dieta saludable de los españoles, especialmente de aquellos que son más vulnerables, hoy se ha perdido una oportunidad única de lanzar un mensaje de claro apoyo al fomento de una dieta adecuada y al sector pesquero en su conjunto.
España un país de niños gordos
Como señalan desde FEDEPESCA, España es el cuarto país de Europa con mayor porcentaje de niños obesos, con una tasa del 19%, y una tasa del 42% en lo que se refiere a niños con sobrepeso y obesidad. En el caso de las niñas ocupamos un lamentable segundo puesto, con un 17% de niñas con obesidad y con un 41% de niñas con sobrepeso más obesidad.
La obesidad se ha duplicado en las niñas y las adolescentes (8-16 años) en los últimos 20 años (Estudio PASOS) y España es uno de los países de la Unión europea en los que la tasa de riesgo de pobreza infantil y obesidad presentan una correlación más alta. El porcentaje de niños y niñas con obesidad se duplica para los hogares con menos ingresos (23,7%).
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) realizó en 2019 un estudio sobre el coste económico de la obesidad en 52 países. Los resultados para España son impactantes: la obesidad supone una reducción de 2,6 años de esperanza de vida de la población, es responsable del 9,7% del gasto sanitario y reduce la productividad laboral en el equivalente a 479 000 jornadas laborales anuales, lo que en su conjunto supone una reducción del PIB del 2,9%. Para cubrir estos costes, cada persona en nuestro país paga 265 euros de promedio al año en impuestos. Concluye este estudio que, por cada euro invertido en la prevención de la obesidad, se recuperarían 6.
Las enfermedades relacionadas con la mala alimentación cuestan 14.000 millones de euros al sistema público de salud, casi un 20% del total del gasto sanitario.
Los hogares conformados por parejas con niños pequeño sólo consumen 9,71 kilos por persona y año, menos de la mitad de la media del consumo en España, y de este consumo sólo 3,7 kilos año son de pescado fresco. Las parejas con hijos de edad media se quedan en 14,80 kilos al año de los que únicamente 5,7 kilos corresponden a pescado fresco.
La escalada de precios está afectando tanto a los hogares como a los comerciantes, especialmente a los pequeños, que han visto cómo se ha duplicado y triplicado durante el 2022 el coste de la energía, de los combustibles, de la materia prima que venden al consumidor y que no pueden trasladar esta subida a los precios, por lo que la rentabilidad de los negocios se ve altamente amenazada en un momento en que la demanda es muy débil.
Bajar el IVA de los productos pesqueros habría ayudado, animando a la compra de estos productos, a proteger a las pescaderías tradicionales, en sector vulnerable que ya ha perdido desde 2007 un tercio de sus locales en nuestro país y quienes han dado un ejemplo de servicio y sacrificio durante la pandemia, pero también durante este año de altísima inflación.
En palabras del presidente de FEDEPESCA, Francisco Abad, las pescaderías están haciendo, una vez más, un esfuerzo ejemplar, pudiendo encontrar en los mostradores los mismos precios que hace 5 años, salvo para algunas especies muy concretas.
FEDEPESCA, fundada en 1978, representa actualmente a más de 7.000 establecimientos detallistas de venta de productos pesqueros y acuícolas frescos y congelados que emplean a más de 23.000 personas. Su objetivo primordial es la defensa de los intereses del sector y la mejora de sus condiciones, así como el fomento de la adaptación a las nuevas obligaciones legislativas y la orientación de sus empresas hacia la excelencia empresarial, con la intención prioritaria de ayudarlas a conseguir entre otros, un objetivo claro para todo empresario de alimentación: la seguridad alimentaria.