El Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA) ha puesto en marcha con un consorcio académico internacional el proyecto Bac4RumA, que busca desarrollar una alternativa a los antibióticos basada en bacteriocinas, moléculas antimicrobianas producidas por bacterias.
Este proyecto, que responde al creciente problema de la resistencia a los antibióticos, se centra en crear extractos ricos en bacteriocinas de la bacteria Lactococcus lactis para tratar infecciones en rumiantes y peces, ofreciendo una solución de bajo coste ideal para países en vías de desarrollo.
Liderado por los programas de Producción de Rumiantes y Acuicultura del IRTA, Bac4RumA cuenta con la colaboración de expertos de universidades en Reino Unido, Turquía y Nigeria. Las pruebas se realizarán en granjas y piscifactorías de Nigeria para evaluar la efectividad de los extractos en vacas, ovejas, cabras y tilapia.
Nuestro objetivo es, como señaló al respecto Anna Arís Giralt coordinadora del proyecto e investigadora en IRTA, “minimizar el uso de antibióticos desarrollando moléculas efectivas y de bajo coste". Además, añade, pretendemos ofrecer “una solución integral para las infecciones que afectan tanto a rumiantes como a peces".
Los extractos de bacteriocinas serán probados en animales para evaluar su efectividad contra infecciones causadas por bacterias como Staphylococcus aureus y Streptococcus agalactiae, comunes en rumiantes y potencialmente devastadoras en piscifactorías. Para ello, el IRTA desarrollará cepas modificadas de Lactococcus lactis que produzcan estas bacteriocinas de manera eficiente y a gran escala.
Uno de los aspectos más destacados del proyecto es su enfoque en la sostenibilidad y la transferencia de tecnología a países en vías de desarrollo. Estudiantes de doctorado de Nigeria recibirán formación en el IRTA para aprender a producir estos extractos, asegurando así la capacidad local para la fabricación y aplicación de esta tecnología innovadora.
El proyecto, que cuenta con una financiación de un millón de euros procedente de una fundación canadiense y del gobierno británico, está previsto que finalice en diciembre de 2026. A medida que avance, se buscará la colaboración con empresas locales en Nigeria para impulsar la producción in situ. "Si Bac4RumA logra los resultados esperados, será un avance significativo que beneficiará tanto a países de ingresos bajos como a aquellos con economías más desarrolladas", concluye Arís.