
Los planes para introducir un impuesto adicional del 40% sobre la actividad acuícola de salmón noruego no ha podido salir adelante debido a dificultades para encontrar el consenso suficiente en el Parlamento.
Este impuesto fue duramente criticado por la industria acuícola y por los principales analistas del país quienes argumentaron que “limitaría la inversión en el sector y tendría un impacto negativo a largo plazo en la economía”. Desde que se anunció la medida la industria a paralizado las inversiones estructurales.
El acuerdo alcanzado con los partidos de la oposición es que el impuesto se rebaje del 40% inicial a un 25% sobre los valores agregados durante la fase de crianza. Este impuesto se suma al 22% que ya pagan las empresas de acuicultura.
El acuerdo, que ha sido recibido como una respuesta positiva, también incluye que se garantiza a los condados donde se encuentran las granjas “un mayor ingreso” procedente del Fondo de Acuicultura.
Los detalles del acuerdo no se han hecho público todavía por lo que habrá que esperar a su publicación definitiva para un análisis más profundo.