El aceite de krill mejora la reproducción del langostino tropical

El aceite de krill (Euphausia superba), conocido por su rica composición de fosfolípidos, ha demostrado en un estudio mejorar el desarrollo ovárico de reproductores de langostinos tropicales (Litopenaeus vannamei), el crustáceo de acuicultura de mayor producción mundial.

Los investigadores descubrieron que la suplementación con aceite de krill al 6%, conocido por su rica composición en fosfolípidos, mejoró el índice gonadosomático y los niveles de hormonas esteroides ováricas como el estradiol y la progesterona.

Este aceite sustituyó el aceite de pescado de las dietas en diversas proporciones: 3, 6 y 9%. Esto permitió evaluar el aceite del aceite de krill en comparación con el aceite de pescado usado tradicionalmente para reproductores de langostinos.

El descubrimiento del estudio es importante para mejorar la eficiencia reproductiva de los langostinos, lo que lleva a una mayor producción y sostenibilidad en la acuicultura de este crustáceo.

En el estudio, los investigadores procedentes de investigaciones chinas, y cuyos resultados se han publicado en la revista científica Aquaculture, se realizaron análisis bioquímicos, histológicos y omicos.

El krill se captura en la Antártida en grandes cantidades para su procesamiento en aceite que es ampliamente utilizado en suplementos nutricionales tanto para humanos como para aplicaciones en acuicultura.

Aunque la pesca de krill se regula a través de la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCRVMA), esta práctica extractiva no está exenta de controversias y preocupaciones ambientales, principalmente relacionadas con el impacto ecológico, por tratarse de un crustáceo fundamental en la cadena alimentaria del ecosistema antártico.

El krill, como defienden algunos científicos, juega un papel importante en el ciclo de carbono de los océanos, actuando como sumidero a través de sus patrones de alimentación y excreción. La reducción de las poblaciones de krill puede alterar este proceso, afectando la capacidad del océano para absorber el dióxido de carbono.