El ajoeno, la aliina y la alicina son tres compuestos de gran valor biológico que se extraen del ajo (Allium sativum) y que en acuicultura permiten estimular el crecimiento, combatir microbios, virus, parásitos, y servir como antioxidantes.
Estas propiedades, unidas a su bajo coste, fácil incorporación en el pienso en polvo y escaso impacto ambiental lo convierten en una extraordinaria solución natural contra enfermedades y una alternativa a los antibióticos y otros agentes quimioterapéuticos.
Ahora, una revisión publicada en Fish Physiology and Biochemistry por investigadores del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo de Biología de Organismos Acuáticos de Hermosillo en Sonora, México, analiza todos los estudios sobre propiedades del ajo como aditivo alimentario y los resultados obtenidos con las distintas especies acuícolas.
Como señalan los investigadores ajo se puede utilizar en aceite, puré, extracto acuoso y en polvo, siendo esta última la más utilizada en acuicultura. Generalmente, para obtener cualquiera de estas propiedades se aplica por vía oral, incluida en el pienso, siendo la dosis habitual entre 0,05 y 40 gramos por kilogramo.
Aunque ya existe evidencia científica que respalda el uso del ajo en el pienso como aditivo natural para especies como: trucha arcoíris (Oncorhynchus mykiss), el mero manchado (Epinephelus coioides), el bagre (Clarias gariepinus), la tilapia (Oreochromis niloticus), el pez guppy (Poecilia reticulata), el pez dorado (Carassius auratus) y barramundi (Lates calcarifer). No obstante, todavía se requiere mayor profundidad en los estudios científicos que respalden su uso industrial.
Tampoco existe bibliografía académica sobre la idoneidad de usar ajo o sus extractos en moluscos bivalvos, como ostras y almejas, que se ven igualmente afectados por enfermedades virales o parasitarias. Por tanto, el uso del ajo con estos organismos acuáticos sigue siendo una tarea pendiente.
Entre las propiedades menos exploradas están también las multibiológicas para combatir el estrés, estimular el apetito y, más recientemente, moduladores de la microbiota intestinal.
La alicina, un compuesto azufrado reconocido por su actividad farmacológica de interés es de los tres mencionados anteriormente el mas estudiado, destacando su actividad antimicrobiana y su capacidad para erradicar microorganismos que afectan a peces.
Los compuestos activos del ajo también se asocian a un efecto de promoción de la ingesta, de mejora de la digestión y disponibilidad de nutrientes, factores que conducen a una mejora del rendimiento del crecimiento. Sin embargo, como destacan los autores del trabajo, falta mayor información sobre los mecanismos a través de los cuales los diferentes compuestos del ajo inducen la respuesta del huésped y afectan a los patógenos.
Referencia:
Valenzuela-Gutiérrez, R., Lago-Lestón, A., Vargas-Albores, F. et al. Exploring the garlic (Allium sativum) properties for fish aquaculture. Fish Physiol Biochem 47, 1179–1198 (2021).