
En un contexto de contracción del consumo de productos marinos en los hogares españoles, la lubina y el salmón han conseguido resistir la tendencia y aumentar su presencia en la cesta de la compra, según revela el Informe del Consumo Alimentario en España 2024, publicado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
El documento confirma que el consumo doméstico de alimentos acuáticos cayó un 3,7 % respecto al año anterior, con descensos significativos en el pescado fresco (-5,5 %), pescado congelado (-5,4 %) y mariscos, moluscos y crustáceos (-4,8 %). Tan solo las conservas de pescado y marisco registraron un incremento, con un +2,1 %, motivado por su menor coste y facilidad de uso.
Entre las especies que mejor han resistido el ajuste, destaca la lubina fresca, con un crecimiento del 21,9 % en volumen y del 23,8 % en valor. Según el informe, este avance se debe a una "demanda real más que por el precio", que apenas subió un 1,5 %, situándose en 10,86 €/kg. El consumo per cápita alcanzó los 0,61 kg, consolidándose como "una de las especies más valoradas por su sabor y versatilidad".
El salmón fresco, por su parte, registró un aumento del 5,9 % en volumen y del 10,4 % en valor, con un precio medio de 14,18 €/kg. El gasto per cápita en esta especie fue de 16,45 €, y el consumo llegó a 1,16 kg por persona, lo que lo convierte en "la especie más importante en valor (0,92 % del total del gasto en alimentación)".
En el extremo opuesto, especies como la dorada, el rodaballo y el lenguado acusan con fuerza el efecto de la inflación. La dorada fresca experimentó una caída del 24,1 % en volumen y del 14,7 % en valor, mientras que su precio medio se incrementó un 12,3 %, hasta 10,14 €/kg. El consumo por persona descendió a 0,53 kg, con un gasto medio de 5,38 €.
El lenguado fresco sufrió una reducción del 6,5 % en volumen y del 7,1 % en valor, con un precio elevado de 14,02 €/kg. El informe destaca que “representa apenas el 0,02 % del volumen total”, lo que indica su “progresiva salida del consumo habitual”.
También el rodaballo, con uno de los precios más altos del mercado (14,64 €/kg, +9,7 %), vio caer su volumen de consumo en un 22,3 %, y su valor un 14,8 %. El consumo per cápita fue de apenas 0,07 kg, con un gasto medio de 0,96 €.
En cuanto a la trucha fresca, su volumen de compra descendió un 3,4 %, aunque su valor aumentó un 3,2 % por el alza del precio medio (9,77 €/kg). El consumo por persona fue de 0,17 kg, y el gasto medio de 1,64 €, lo que, según el informe, “confirma su papel marginal”.
Desde el sector acuícola, estos datos refuerzan la necesidad de alinear la oferta con las nuevas preferencias del consumidor, que prioriza la relación calidad-precio y la conveniencia. El informe concluye que “los hogares españoles optan cada vez más por productos prácticos y asequibles” y se muestran “más selectivos con el pescado fresco”.