Los moluscos bivalvos como ostras, mejillones y almejas, son considerados sumideros de nitrógeno debido a su capacidad de filtrar grandes volúmenes de agua, lo que les permite capturar partículas de alimentos suspendidas en este medio, incluyendo nitrógeno y otros nutrientes.
El exceso de nitrógeno en los ecosistemas acuáticos tiene efectos negativos relacionados con la eutrofización, que provoca un crecimiento excesivo de aguas y la disminución de la cantidad de oxígeno disponible para otras formas de vida.
Por esta razón, muchos científicos buscan soluciones basadas en la naturaleza para biorremediar la concentración de nitrógeno en el agua a través del cultivo de moluscos bivalvos en grandes cantidades.
Con objeto de reconocer y calificar los servicios ecosistémicos del cultivo de moluscos bivalvos, desde el Consejo Asesor de Acuicultura se ha emitido un informe en el que se realizan una serie de recomendaciones dirigidas a la Comisión Europea. Entre otras, recomienda a la Comisión incluir una cláusula en la Ley de la Unión Europea sobre la restauración de la naturaleza y la ley sobre el sistema alimentario sostenible, o las regulaciones basadas en las leyes principales.
Además, el Consejo Asesor incluye una recomendación a la Comisión para que solicite a su Unidad de Mecanismo de Asesoramiento Científico para que defina un algoritmo de la Unión Europea para cuantificar el servicio de sumidero de nitrógeno que proporcionan los moluscos bivalvos.
Ya por último, otra recomendación ha sido que la Comisión investigue la forma reglamentaria de establecer un sistema independiente de certificación de este servicio de sumidero de nitrógeno proporcionado por los moluscos bivalvos a nivel de la subcuenca de la Unión Europea, según se define en la Directiva Marco de Agua, y el “correspondiente pago a los acuicultores”.
El cultivo de moluscos bivalvos, como señalan, “es parte de la solución” a la eutrofización por nitrógeno del agua. El daño producido debido a la mala gestión de la agricultura está entre los 70.000 millones y 320.000 millones de euros cada año en la Unión Europea, lo que es lo mismo entre 150 y 740 euros por persona al año.
Esta cantidad es más del doble de los beneficios del uso del nitrógeno en la agricultura europea, según datos proporcionados por la primera Evaluación Europea de Nitrógeno (ENA), publicada el 18 de abril de 2011 en la conferencia sobre Nitrógeno y Cambio Climático de Edimburgo, en Reino Unido, después de cinco años de trabajos de investigación de científicos de toda Europa.