FORMACIÓN

El cultivo en agua verde usando Chlorella y sus aplicaciones en acuicultura

Cultivo microalgas Chlorella en tanques gigantes

Los sistemas de cultivo con “agua verde” que incluyen la microalga Chlorella son una solución de gestión sostenible en acuicultura. Esta microalga actúa como filtro biológico y reutiliza excedentes de nutrientes, especialmente compuestos de nitrógeno, asegurando una buena calidad y conservación del agua.

Adicionalmente, el agua verde con Chlorella mejora la observación de los peces y, por tanto, su manejo, lo que se traduce en mejores tasas de crecimiento y bienestar general.

En un contexto de alta preocupación por los patógenos que suelen amenazar los cultivos acuícolas. En un contexto en el que se busca ser cada vez más medioambientalmente sostenibles, el empleo de sistemas de agua verde como estrategia, y específicamente de Chlorella, emergen como potenciales soluciones.

Uno de los aspectos más interesantes del empleo de Chlorella es su seguridad para los peces. La hematología, una herramienta esencial en acuicultura, ha ayudado a evaluar los efectos de la Chlorella en la dieta de los peces.

La Chlorella es una microalga que puede ser cultivada en diferentes tipos de medios, que abarcan desde agua dulce, agua de mar, hasta medios artificiales. El tipo de medio que se elige para su cultivo depende tanto del propósito específico de su aplicación como de las características propias de la cepa de Chlorella que se esté utilizando.

Por ejemplo, las cepas de Chlorella que provienen de ambientes de agua dulce suelen crecer óptimamente en medios que contienen nitratos y fosfatos. Estos componentes actúan como nutrientes esenciales para estas cepas, facilitando su desarrollo y reproducción.

Por otro lado, las cepas de Chlorella de origen marino, es decir, que provienen de agua salada o de mar, requieren medios con una alta concentración de sodio y magnesio. Estos minerales son esenciales para estas cepas marinas, ya que son típicos de su ambiente natural y son cruciales para su metabolismo y crecimiento.

Puede ser cultivada en diversos sistemas, tanto abiertos como cerrados, cada uno con sus propias ventajas y desventajas. Los sistemas abiertos son más económicos en cuanto a la inversión inicial, sin embargo, presentan un mayor riesgo de contaminación por otros microorganismos que pueden interferir con el crecimiento y la calidad del cultivo. Además, estos sistemas se caracterizan por una producción a gran escala, lo que requiere mucha extensión de terreno.

Por otra parte, están los sistemas cerrados en los que se utilizan fotobiorreactores y fermentadores, con condiciones de cultivo con un control más estricto. En este caso la inversión inicial es más alta, lo que aumenta el coste general de la producción.

Te puede interesar