A pesar de que en España se consiguió domesticar por primera vez la dorada, y que nuestro país tuvo años de gloria en la producción de esta especie, actualmente necesitamos importar 9 934 toneladas por valor de 41,3 millones de euros.
Según un informe del Observatorio Europeo del Mercado para los Productos de la Pesca y la Acuicultura (EUMOFA, por sus siglas en inglés) en el que han utilizado datos de EUROSTAT-COMEXT, el 99% de la dorada importada es en el formato "fresca" y el 1% congelada, siendo los principales países proveedores Grecia y Turquía.
España cuenta con un sector bien estructurado, y sin embargo, no parece tener la capacidad suficiente de autoabastecimiento. Desde 2012, las importaciones han aumentado un 225% en volumen y 190% en valor. En términos reales, según señala el informe, el valor ha crecido un 172% ya que en los últimos años se ha producido una caída en el precio hasta los 4,16 euros el kilo.
Además de los problemas estructurales que no permiten un crecimiento adecuado a la demanda en nuestro país, la producción se ha visto afectada coyunturalmente por las pérdidas ocasionadas por la tormenta Gloria acaecida en 2020 y la crisis del coronavirus.
Pese a la balanza comercial tan negativa, los datos dejan entrever una oportunidad de negocio en la exportación, principalmente de pescado de gran tamaño y alta calidad.
A la vista de los datos se podría decir que somos importadores de dorada a bajo precio, 4,16 euros el kilo, mientras que exportamos una pequeña cantidad de la producción con alto valor comercial, con un precio medio de 7,86 euros el kilo en fresco y 6,08 euros el kilo en congelado. En concreto, en 2020 las exportaciones comunitarias de dorada alcanzaron las 1 565 toneladas con un valor de 12,3 millones de euros con destino principal a Portugal y Francia, el 60% del total.
Los datos de consumo aparente proporcionados por EUMOFA discrepan de los oficiales
Según datos de EUMOFA, en 2019 la oferta total de dorada fue de 21 292 toneladas, un 62% procedente de la producción nacional, contando con lo aportado por la acuicultura más la pesca, lo que hace que el 38% sea producto importado. El 12% de esta producción nacional se exportó, por lo que el 88% se estima como consumo “aparente” interno, es decir, 18 742 toneladas.
Por su parte, el Panel de Consumo Alimentario del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación cifra el consumo "aparente" para el primer año ene 30 495 toneladas, 1,62 veces más que el calculado por EUMOFA.
Para APROMAR, la Asociación Empresarial de Acuicultura de España, las cifras de consumo interno están “sobreestimadas” debido a la metodología de muestreo usada por el Panel y estima que el consumo aparente es de 25 800 toneladas, 1,38 veces el calculado por EUMOFA. Los datos de APROMAR dicen que la producción nacional en 2019 fue de 13 521 toneladas, más las 849 toneladas de pesca extractiva. Las importaciones fueron de 17 930 toneladas, con exportaciones de 6 500 toneladas.
Las discrepancias entre las estimaciones de EUMOFA y APROMAR sobre consumo “aparente” se deben, según señalan en el informe, a una importante brecha en los datos comerciales entre ambas fuentes. De acuerdo con los datos de APROMAR, el 44% de la oferta total de dorada en España en 2019 habría sido de producción nacional.
La dorada de origen nacional se paga mejor
Prácticamente, señala el informe, toda la dorada que se consume en España se vende fresca y entera. Y, la mayor parte, se vende a través del canal de la gran distribución, que compra la dorada directamente de las explotaciones acuícolas mediante acuerdos a corto plazo, de seis meses. Los mayoristas apenas trabajan con el canal de la gran distribución, sino que abastecen a las pescaderías y al canal HORECA (Hostelería, Restauración y Catering).
El precio de primera venta, que es aquel que recibe el productor, descontando los gastos del transporte, las mermas y los productos fuera de talla se paga mejor si es nacional, específicamente, 5,30 euros el kilo. La dorada de origen griego se paga a 4,70 euros el kilo y la turca a 3,90 euros el kilo.
En 2015, señala el informe, la dorada en España se pagó a 5,48 euros el kilo mientras que en 2020 se pagó a 4,26 euros el kilo, lo que pone de manifiesto cómo han ido cayendo los márgenes de los productores con el paso de los años.
En el informe se explica que, por ejemplo, y tomando como preferencia noviembre de 2021, una dorada con un precio de salida de una explotación a 5,25 euros el kilo, supuso el 61% del precio de venta al público. El resto, hasta los 9,50 euros que llegó a pagar el consumidor final se repartió entre el minorista que recibió 3,39 euros el kilo, 39% del total, más el 10% del IVA el precio que paga el consumidor en el lineal.