MEDIO AMBIENTE

El día que los erizos de mar demostraron que los protectores solares ecológicos no son tan “eco-amigables”

Ancona (Italia) 28/09/2022 | Investigadores italianos han utilizado el erizo de mar como animal modelo de investigación en la toxicidad de los protectores solares

Erizo de Mar en roca

Un estudio de investigadores de la Universidad Politécnica de Marche, en Ancona, Italia, sobre toxicidad de protectores solares, ha puesto de manifiesto que los denominados de última generación como “eco-amigables” son también nocivos para la fauna silvestre de los océanos. Entre los productos analizados con esta consideración de ecológicos los investigadores encontraron que más del 25% son tóxicos para la vida marina, y gran parte de ellos, “no se han probado en absoluto en cuanto a su ecocompatibilidad”.

Los investigadores denuncian en la revista Environmental Pollution que muchas declaraciones de estos protectores solares como eco-amigables están basadas en “suposiciones” sin aportar evidencia científica de su impacto conocido o, peor, “únicamente se autodeclaran así por usar envases biodegradables”.

Como señalan, la compatibilidad ecológica de los protectores solares debe probarse en todo producto. Sin embargo, no parece una práctica que se lleve a cabo de manera obligatoria.

Para poder demostrar la inocuidad de los productos comerciales se suelen usar animales modelos de experimentación. En este caso, los investigadores usan el erizo de mar Paracentrotus lividus ampliamente conocido en el estudio del impacto de químicos contaminantes, incluidos metales pesados, productos farmacéuticos y de cuidado personal.

Esta especie, como señalan, es ideal para este tipo de estudio ya que está ampliamente extendida en ecosistemas costeros del mar Mediterráneo y del océano Atlántico oriental. Está considerada como un “ingeniero de ecosistemas” que juega un papel importante en las redes tróficas marinas. Esta especie, además, frecuenta zonas intermareales, que se ven intensamente afectadas por el turismo de playa, el cual, crece cada año y por el que se liberan al medio entre 10 000 y 15 000 toneladas de protectores solares.

Algunos de estos filtros están fabricados con protectores ultravioletas compuestos por oxibenzona, un químico que afecta el desarrollo larvario de animales marinos. Estos protectores de “antigua generación” están siendo reemplazados por otros de “nueva generación” compuestos por triazina, de la que existe una información limitada ya que no se sabe mucho sobre el tiempo de degradación y los productos residuales que estas moléculas en contacto con el mar pueden derivar, generando nuevos productos tóxicos y persistentes en el medio.

Los erizos de este estudio fueron capturados del medio silvestre y reproducidos en un ambiente controlado de laboratorio, en instalaciones de la Universidad de Marche. Los investigadores analizaron seis diferentes lociones que se venden actualmente en Italia y que se auto etiquetan de “bajo impacto” para la vida marina.

Para establecer la inocuidad utilizaron el Índice de Impacto de los Protectores Solares (ISI) en combinación con las respuestas moleculares en embriones como “herramienta fiable y avanzada para evaluar en el futuro la eco-compatibilidad de los protectores solares en la vida marina”.

Como señalan, es muy importante probar la formulación completa de productos de protección solar en lugar de solo la presencia del protector de UV ya que incluso un ingrediente secundario, como un excipiente, que por sí solo no causa ningún efecto negativo en los organismos marinos y sus hábitats, “puede tener impactos negativos debido a la acción sinérgica con otros ingredientes de la formulación”.

Además, añade, el simple reemplazo de uno o más filtros UV o ingredientes de toxicidad conocida, como se observa en varias marcas de protectores solares, “no justifican la afirmación de que un producto de cuidado personal es ‘ecológico”.

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