ANÁLISIS

El difícil encaje de la lisa como especie de interés en acuicultura

Madrid, 25/08/2025 | El bajo precio de mercado y la falta de control reproductivo en cautividad condenan a la lisa (Mugil cephalus) a un papel secundario en España

Lisas (Mugil cephalus)

Mientras la dorada y la lubina consolidan su dominio en la acuicultura española con decenas de miles de toneladas al año, la lisa apenas asoma en las estadísticas. En 2024 se produjeron tan solo 13,3 toneladas de Mugil cephalus, casi todas en Andalucía, con un valor de 61.370 euros. El precio medio en primera venta fue de 4,61 euros por kilo, una cifra que, lejos de ser competitiva, condena a esta especie a la marginalidad.

La comparación es contundente: la dorada alcanzó las 10.821 toneladas anuales a un precio medio por kilo de 6,65 euros y la lubina 27.376 toneladas a un precio medio de 8,71 euros. La lisa, en cambio, disponible en pescaderías a 3–5 euros, se encuentra con un techo que ninguna granja puede romper.

Sobre el papel, la lisa tiene virtudes indiscutibles. Se adapta a dietas vegetales, reduce la dependencia de proteína animal- en su fase de engorde- y tolera bien las condiciones de esteros y aguas costeras. Sin embargo, cuando se traslada a la práctica, la ecuación no cierra. Para que su cultivo intensivo fuese viable, el pienso debería costar entre 1 y 2 euros el kilo, algo que hoy parece ciencia ficción. Los gastos de instalaciones, energía y mano de obra son idénticos a los de especies como dorada y lubina, pero el precio final del producto es mucho menor.

Además, el consumidor no percibe a la lisa como un pescado de alta gama, salvo en productos transformados como la botarga.

lisas (Mugil cephalus) en pescadería

A estas limitaciones económicas se suma un problema técnico de fondo: la biología de la especie sigue sin estar plenamente controlada en acuicultura. A diferencia de las especies consolidadas, la producción de alevines depende todavía de la captura de juveniles salvajes. Aunque se han logrado avances en reproducción inducida, alcanzar la madurez sexual en cautividad sigue siendo un desafío, y la elevada mortalidad larvaria junto con el desarrollo irregular de los juveniles son obstáculos que impiden cerrar el ciclo de manera comercial.

La única rendija de rentabilidad está en los subproductos de alto valor añadido. La hueva de lisa, transformada en botarga, es un manjar que goza de prestigio en mercados gourmet de Italia, Grecia y, en menor medida, España. También existe espacio para elaboraciones diferenciadas como los ahumados premium, aunque estos mercados son demasiado pequeños para sostener un sector completo.

La alternativa pasa por aceptar su papel secundario. En los esteros gaditanos la lisa puede mantenerse en cultivos extensivos de bajo coste, o en sistemas de policultivo junto a dorada, lubina o anguila, aprovechando los recursos naturales sin necesidad de pienso adicional. También puede desempeñar una función útil en proyectos de acuicultura multitrófica integrada, alimentándose de nutrientes residuales y contribuyendo al equilibrio ambiental de las instalaciones. En países mediterráneos como Italia, la vallicoltura lleva siglos utilizándola en este rol auxiliar, pero nunca como protagonista.

En definitiva, ni el mercado ni la biología acompañan. La lisa seguirá siendo, al menos por ahora, un pez de estero y no de granja.

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