
La intención del Gobierno noruego de imponer una supertasa del 40% al MBA ha frenado en seco las inversiones previstas tanto en mar abierto como en tierra en el país. Desde que se hizo pública el pasado 28 de septiembre, las declaraciones de muchas de las empresas afectadas no se han hecho esperar. La mayoría están deslocalizadas geográficamente tanto en Europa como en las Américas y, por tanto, seguirán produciendo salmón, la cuestión es donde.
Según el anuncio realizado por el Gobierno, la subida de 40% a las empresas que producen más de 5 000 toneladas al año. El Ministerio de Finanzas de Noruega justifica la decisión de esta supertasa alegando que el país “tiene déficits multimillonarios y debe buscar la manera de cerrar la brecha de alguna manera”.
Según el ministerio, el 70% de los productores de salmón del país no pagarán este impuesto, solo los principales productores. Las estimaciones de ingresos del Gobierno son que se recaudarán entre 3 650 y 3 800 coronas noruegas (unos 350 millones de euros). El Gobierno espera que la mitad de esta recaudación vaya destinada a las arcas municipales de las zonas que soportan las granjas acuícolas.
Al momento que se conoció la noticia las acciones de Mowi, Lerøy Seafood Group y SalMar cayeron de manera abrupta, lo que supuso pérdidas millonarias para muchos inversores.
Todas las empresas deslocalizadas en otros países han recordado los empleos que generan en Noruega y que siempre tienen la opción de irse a cualquier otro país en los que ya operan en el momento que la propuesta se haga realidad.
Uno de los países que podrían salir beneficiados de esta medida es Chile, el segundo mayor productor de salmón del mundo. Sin embargo, habrá que esperar todavía para ver si esta opción se materializa finalmente.