
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha asestado un golpe a la Comisión Europea al anular la limitación de 96 horas en el proceso de stiffening —refrigeración previa al ahumado— de los productos de la pesca. El fallo, dictado en el asunto T-354/24, Mowi Poland S.A. contra Comisión Europea, da la razón a la empresa polaca Mowi y deja sin efecto el Reglamento Delegado (UE) 2023/372, por considerar que la Comisión actuó sin respaldo científico suficiente y sin consultar a la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).
La sentencia subraya que Bruselas vulneró el principio de buena administración, al imponer una medida con implicaciones directas en la salud pública y en la organización industrial “sin un dictamen científico previo que justificara su necesidad y proporcionalidad”. El Tribunal anula por completo el límite temporal, devolviendo al sector el marco anterior, sin restricciones en la duración de este proceso.
El fallo deja ganadores y perdedores claramente definidos. Entre los vencedores, destacan los grandes procesadores del norte de Europa, especialmente en Polonia, que recuperan flexibilidad y eficiencia en la producción. El stiffening es una fase clave para endurecer el pescado antes del ahumado y facilitar su corte en lonchas finas; la restricción de 96 horas había supuesto un reto logístico y económico para las plantas de gran escala.
Por el contrario, la Comisión Europea y las asociaciones de consumidores salen debilitadas. Bruselas ve cuestionado su intento de reforzar la seguridad alimentaria frente a la Listeria monocytogenes, mientras que entidades como ANFACO-CECOPESCA alertan de que la decisión podría “poner en riesgo la calidad y la seguridad” de los productos ahumados y abrir una brecha competitiva frente a países con controles más laxos.
El sector español del pescado ahumado, que tradicionalmente ha apostado por procesos más cortos y de alta calidad, observa el fallo con preocupación. “Seguiremos aplicando límites estrictos y reforzaremos los controles de mercado sobre productos importados”, señalan fuentes de la industria.
La decisión del TJUE representa, en definitiva, un triunfo jurídico para Mowi y para la industria transformadora, pero también un aviso político a Bruselas: cualquier norma que afecte a la seguridad alimentaria deberá basarse en evidencia científica sólida y en un procedimiento transparente. Hasta entonces, el sector europeo del pescado ahumado operará nuevamente sin el corsé de las 96 horas.