
La investigadora Elisabetta Giuffra, del Institut National de la Recherche pour l’Agriculture, l’Alimentation et l’Environnement de Francia (INRAE), ha intervenido en la conferencia Aquaculture Europe 2025, que se celebra en Valencia, con una ponencia que ha puesto en relieve la importancia de integrar la genómica y el fenotipado como herramientas clave para mejorar la sostenibilidad, la resiliencia y la competitividad del sector acuícola frente a los retos del futuro.
Elisabette Giuffra destacó la importancia de producir más alimentos saludables utilizando menos recursos, reducir el impacto ambiental, conservar la biodiversidad y responder a las crecientes expectativas sociales en torno al bienestar animal.
Giuffra explicó que uno de los principales desafíos científicos es descifrar la compleja relación entre genotipo y fenotipo. Comprender cómo se conectan los genes con las características observables de los animales, como la resistencia a enfermedades o la robustez frente a condiciones ambientales variables, es clave para mejorar los programas de selección y avanzar hacia una biología predictiva más precisa.
“El genoma determina los fenotipos, y esto ocurre en todos los organismos vivos”, recordó. “Si entendemos las modificaciones que se producen en el genoma bajo distintas condiciones ambientales, podremos monitorizar mejor las prácticas y manejar la acuicultura de diferentes especies”.
En este sentido, puso como ejemplo el impacto del estrés térmico, un factor cada vez más relevante en el contexto del cambio climático. Entender cómo el calor afecta a rasgos de interés económico en la acuicultura permitiría, según Giuffra, diseñar estrategias de manejo para mitigar sus efectos adversos y garantizar la productividad de los sistemas.
La investigadora destacó también el papel de proyectos europeos como AquaFAANG, que ha permitido generar mapas funcionales de genomas en especies acuícolas de interés, y su integración en plataformas abiertas como Ensembl. Estos avances no solo enriquecen el conocimiento básico, sino que también ponen a disposición de la industria herramientas de gran valor para mejorar la eficiencia y la sostenibilidad de la producción.
Otro de los puntos fuertes de su intervención fue la referencia al desarrollo de nuevas infraestructuras de investigación a escala paneuropea. El consorcio EuroFAANG culmina su trabajo este año, y ya se ha presentado la propuesta del proyecto GenoFenix, actualmente en evaluación para su inclusión en la hoja de ruta del ESFRI 2026. Esta iniciativa aspira a consolidar servicios de fenotipado, biobancos y modelos celulares aplicables tanto en acuicultura como en agricultura, con el objetivo de acelerar la innovación y afrontar los retos de la transición agroalimentaria.
Giuffra también puso el foco en los avances de los sistemas celulares avanzados, como los organoides y las tecnologías organ-on-chip, que permiten estudiar cómo influyen el ambiente y los patógenos en los animales sin necesidad de recurrir a ensayos in vivo.
Estas herramientas, señaló, contribuyen a aplicar los principios de las “3R” —reemplazo, reducción y refinamiento—, al tiempo que ofrecen nuevas oportunidades para investigar rasgos de interés en acuicultura.
Finalmente, lanzó un llamamiento a intensificar la colaboración internacional y a superar las reticencias a compartir datos antes de su publicación. “Los esfuerzos son enormes”, subrayó. “Cuanto más compartamos lo que tenemos y lo que estamos implementando, más nos abriremos al futuro”.