NUTRICIÓN

En 15 años el salmón atlántico ha pasado a ser más seguro, pero con menos omega-3, según un estudio

Noruega, 9/06/2025 | A pesar de la disminución de algunos nutrientes, el estudio concluye que el salmón sigue siendo una opción dietética saludable

Granja salmón certificada G.A.P.

El salmón atlántico de cultivo puede ser hoy más seguro para el consumo que hace 15 años, pero su perfil nutricional ha cambiado significativamente —en particular, con niveles más bajos de ácidos grasos omega-3 beneficiosos—, según revela un importante estudio de 16 años publicado en el Journal of Agriculture and Food Research.

La investigación, liderada por el Instituto de Investigación Marina de Noruega, analizó casi 7.000 muestras de filetes de salmón y más de 900 muestras de piensos comerciales entre 2006 y 2021. El objetivo fue comprender cómo los cambios en la composición del pienso —en especial, el paso de ingredientes marinos a vegetales— han afectado al valor nutricional del pescado que llega a los consumidores.

“En la década de 1990, casi el 90% del pienso estaba compuesto por fuentes proteicas y aceites marinos, mientras que en 2020 solo el 22% tenía origen marino, y los ingredientes vegetales representaban más del 60% del pienso para salmón,” señala el estudio.

Este cambio en la dieta ha provocado una notable reducción de nutrientes marinos en el salmón de cultivo. “Una porción de 150 gramos de filete de salmón representaba el 1303% de la Ingesta Adecuada de EPA y DHA en 2006; para los años 2014–2021, esa cifra se redujo al 683%", informan los investigadores.

Esto significa que, aunque el salmón de cultivo sigue siendo una fuente rica en ácidos grasos omega-3, su contenido se ha reducido casi a la mitad en los últimos 15 años debido a los cambios en el pienso.

El estudio también detecta descensos en otros nutrientes importantes. El contenido de vitamina D, por ejemplo, pasó de 0,091 mg/kg en 2006 a 0,076 mg/kg durante el periodo 2014–2021, mientras que los niveles de selenio también disminuyeron.

En paralelo, han aumentado los ácidos grasos típicos de los aceites vegetales, como el oleico, linoleico y alfa-linolénico. El ácido oleico, por ejemplo, representa ahora el 39 % del total de ácidos grasos del filete de salmón de cultivo, frente al 23 % en 2006.

No obstante, los investigadores destacan que este cambio nutricional ha venido acompañado de mejoras significativas en seguridad alimentaria. “La concentración de varios contaminantes, incluidos las dibenzo-p-dioxinas policloradas y los dibenzofuranos policlorados (dioxinas), los PCB similares a dioxinas (dl-PCB), los PCB indicadores no similares a dioxinas (PCB-6), el DDT y el mercurio, disminuyó tanto en el pienso como en el filete de salmón.”

En 2006, una porción estándar de salmón superaba el límite semanal tolerable establecido por la Unión Europea para las dioxinas. Entre 2014 y 2021, esa misma porción solo suponía el 53 % de dicho límite.

A pesar de la disminución de algunos nutrientes, el estudio concluye que el salmón sigue siendo una opción dietética saludable. “Aunque el nivel de algunos nutrientes ha disminuido, una porción de filete de salmón atlántico de cultivo sigue siendo una buena fuente de EPA, DHA, vitamina D y selenio".

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