INVESTIGACIÓN

En 20 años la temperatura del agua donde se ubican las granjas del Levante español subieron un grado de media

Alicante 25/01/2022 | Un estudio de la Universidad de Alicante observa una aceleración en el aumento de la temperatura del mar hasta 30 kilómetros de la costa

Granja de Andromeda Ibérica en Calpe (Alicante)

Un equipo de investigadores de la Universidad de Alicante ha realizado un estudio que analiza las variaciones de la temperatura superficial del mar en el período 1988-2018 en el Mediterráneo occidental y su influencia en la idoneidad para las instalaciones de acuicultura del litoral hasta 30 km de distancia de la costa.

Sus autores son la estudiante de Ciencias del Mar de la Universidad de Alicante, Irene López Mengual, junto con los profesores Pablo Sánchez Jerez, del Departamento de Ciencias del Mar y Biología Aplicada de la Facultad de Ciencias, y Josep David Ballester Berman, del Departamento de Física, Ingeniería de Sistemas y Teoría de la Señal de la Escuela Politécnica Superior.

El estudio, según informan desde la Universidad, ha publicado sus conclusiones en la revista Aquaculture Environment Interactions, que demuestran el rápido calentamiento de las aguas en la última década (2009-2018) cuando se compara con el periodo de 1988-1998.

Los autores del trabajo destacan cómo existe una alta inestabilidad térmica debido al calentamiento global, mostrando un claro patrón latitudinal modificado por procesos oceanográficos como las corrientes o la presencia de ríos. “El análisis de los datos nos dice que el escenario de hace 20 años ha cambiado radicalmente, con el aumento de media de 1 grado de la temperatura del agua”, explica Pablo Sánchez.

Anomalías temperaturas Levante español

El investigador señala que se aprecia cómo en ciertas zonas como el Golfo de Valencia y la Región de Murcia la temperatura del mar ha sufrido un calentamiento más acusado, lo que puede suponer un problema para la acuicultura, ya que puede afectar a la salud y al bienestar de los peces en cultivo, incrementando las enfermedades.

“Donde se pusieron las instalaciones en su momento no se tuvieron en cuenta los cambios que se podían producir después”, comenta el investigador, quien asegura, además, que la acuicultura alejada de la costa, o como se ha dado en llamar por su término en inglés offshore, no parece ser una solución ya que las anomalías térmicas se mantienen constantes conforme nos alejamos de ella, o incluso se incrementan.

La recomendación principal de este estudio, como puntualiza Pablo Sánchez, es que se deben revisar los proyectos de planificación espacial de la acuicultura para delimitar las zonas que en un futuro van a sufrir en menor medida los efectos del cambio climático, para favorecer la adaptación de este sector a las nuevas condiciones del medio marino.

Este estudio abre una línea de investigación para los científicos de la Universidad que ha presentado, entre otras propuestas, dos proyectos. Uno junto con la Universidad Miguel Hernández y la Universidad de Valencia en la convocatoria ThinkInAzul que subvenciona la Generalitat Valenciana y que va a analizar el riesgo climático y definir los efectos negativos en la acuicultura costera en la Comunidad Valenciana

El otro de los proyectos tiene por título de “Medidas de mitigación y adaptación al cambio climático de la acuicultura marina en la Comunidad Valenciana en un escenario de múltiples estresores (CLIMAC)”, que ha solicitado la subvención a grupos de investigación consolidado AICO/2022.

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