
Alrededor de 1490, Leonardo da Vinci creó el hombre Vitruvio de proporciones perfectas. Un famoso dibujo en el que el genio italiano trazó los ideales anatómicos del cuerpo humano. Cinco siglos después, investigadores griegos de la Universidad de Patras, buscan correlaciones positivas entre el fenotipo de la dorada juvenil y la adulta para crear el pez comercial perfecto.
Aunque las anomalías en las doradas han sido estudiadas de manera profunda, y hasta existen protocolos para detectar de manera temprana éstas, son escasos, por no decir nulos los estudios que analizan el grado de correlación entre el fenotipo de estos peces juveniles durante la ontogenia y qué pez se obtendrá durante la cosecha.

Los resultados obtenidos han arrojado datos interesantes. El principal, que existe un "componente genético aditivo sustancial". Para el estudio, los investigadores comprobaron que la componente genética de la forma del pez es “significativa” frente a una correlación existente, pero “baja”, sobre cómo el ambiente condiciona la forma del cuerpo entre la etapa juvenil y adulta.
Poder determinar la forma que tendrá un pescado cuando alcanza la talla comercial permite mejorar los resultados de las empresas, ya que se trata de una cualidad que valoran los compradores que ven en la perfección de las formas, la calidad del producto.
Normalmente las empresas llevan a cabo protocolos que les permite detectar las anormalidades esqueléticas tempranas, para evitar que los peces con dichos defectos lleguen a la fase de engorde.
En el estudio, los investigadores analizaron la forma del cuerpo de 959 peces y el desarrollo de su organismo desde la etapa juvenil a la de cosecha. Observaron que durante el crecimiento, los peces experimentaron cambios alométricos rápidos para alcanzar el fenotipo adulto. Los resultados mostraron que la heredabilidad va de “moderada” a “alta” para los rasgos de la forma de la dorada en la edad adulta, lo que sugiere claramente que se puede explotar en programas de cría selectiva. En ese caso, el rasgo más importante es el que explica el desplazamiento proximal y distal de las aletas dorsal, anal y pélvica, que es la que está más relacionada con las preferencias de los consumidores por la forma de la dorada.
Este rasgo, según el estudio, tiene una heredabilidad “alta” de 0,511, lo que indica que la precisión y la ganancia esperada serían “notables” en un programa de reproducción.
Para futuros estudios, señalan los investigadores, “sería interesante examinar si otros organismos, además de los peces, también presentan un fuerte componente genético con respecto a su trayectoria ontogénica”.
Referencia:
Fragkoulis, S., Kerasovitis, D., Batargias, C. et al. Body-shape trajectories and their genetic variance component in Gilthead seabream (Sparus aurata L.). Sci Rep 11, 16964 (2021). https://doi.org/10.1038/s41598-021-95726-9