
La acuicultura marina europea, y la española en particular, se ha despertado esta mañana huérfana de uno de los mayores impulsores de esta actividad en el Viejo Continente tras tener conocimiento del fallecimiento de Lázaro Rosa Jordán (Barcelona 1935, San Fernando 2021) a la edad de 86 años.
Es muy difícil poder resumir en pocas líneas toda su trayectoria profesional vinculada siempre al mundo de los productos del mar y la acuicultura, por intensa y dilatada.
Sus inicios profesionales tuvieron lugar en el Instituto Social de la Marina, posteriormente pasó al hoy extinto FROM (Fondo de Regulación y Organización del Mercado de Productos de la Pesca), del que fue primer presidente. También fue Subsecretario General de Pesca y Cultivos Marinos hasta que en 1980 decide pasar a la empresa privada.
Su entrada en el mundo empresarial tiene lugar con la puesta en marcha de CUPIMAR, una compañía emblemática de la acuicultura marina europea que ha destacado por el vanguardismo en la reproducción de especies de interés en acuicultura mediterránea y el impulso de los esteros como modelo productivo de éxito para la dorada y la lubina.
Convencido de la importancia del asociacionismo en el sector de la acuicultura en Andalucía, fue impulsor de la Organización de Productores de Acuicultura Marina (OPP-56), de la Asociación de Empresas de Acuicultura Marina de Andalucía (ASEMA) y, en los últimos años en activo, de la Fundación Centro Tecnológico de Acuicultura de Andalucía (CTAQUA), cargo en el que cesó como presidente en 2013, a los 78 años.
Por sus valores humanos y su vocación hacia la acuicultura ha recibido durante toda su vida profesional el reconocimiento tanto del ámbito académico como del empresarial. La Sociedad Española de Acuicultura le otorgó el distintivo de oro en la cena de gala del XI Congreso Nacional de Acuicultura celebrado en Vigo, en 2007. También destacan el reconocimiento a la excelencia de la Federación Europea de Productores de Acuicultura (FEAP), el de la Asociación de Empresas de Acuicultura (APROMAR) y de la Diputación de Cádiz por el Día de Andalucía.
De manera constante destacó por su férreo compromiso por conseguir de la Administración una aplicación justa y equilibrada del Reglamento de la Ley de Costa que permitiera el desarrollo de la actividad acuícola con todas las garantías jurídicas en la Bahía de Cádiz. Durante toda su vida fue un defensor de las salinas y esteros como método de producción de pescado y marisco de calidad, lo que le llevó a representar este sector ante las más altas instituciones europeas y recibir en numerosas ocasiones en CUPIMAR a altos funcionarios de la Comisión Europea, como el Comisario de Pesca, Joe Börg o, su sucesora en el cargo, Maria Damanaki.
Los que le conocimos solo podemos tener palabras de agradecimiento hacia su figura, por su trato amable, y por la obra que deja en favor de la acuicultura en España y Europa.