La fermentación en estado sólido de productos vegetales terrestres se está proponiendo como respuesta a la necesidad de fuentes de proteína en alta disponibilidad y bajo coste. Esta técnica, basada en el uso de microorganismos que crecen sobre un sustrato sólido, consigue grandes resultados con un uso mínimo de agua.
Además de ser un proceso rentable, permite reducir los niveles de factores antinutricionales y mejorar la digestibilidad de nutrientes y la producción de compuestos bioactivos.
Un estudio reciente publicado en Animals evaluó el uso de una mezcla de materias primas vegetales, compuestas por semilla de colza, soja, salvado de arroz y girasol en proporciones iguales. Esta mezcla vegetal fue fermentada con Aspergillus niger en dos niveles de inclusión, 20% y 40%, en un pienso para juveniles de lubina europea.
Los resultados, como explican los investigadores, han sido “alentadores”. Según los datos obtenidos en la fase experimental, la mezcla fermentada mejoró “significativamente” la digestibilidad general del alimento y la eficiencia de su utilización cuando se incluyó en un nivel equilibrado del 20%. Sin embargo, este efecto positivo no se observó al aumentar la proporción al 40%.
Esta investigación, añaden, podría tener importantes implicaciones en la producción acuícola, ofreciendo una alternativa sostenible y eficaz para alimentar a peces carnívoros.
Sin embargo, como explican, las futuras líneas de investigación se centrarán en optimizar estos procesos para maximizar la eficiencia y el rendimiento de los piensos acuícolas.
Referencia: