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Fitasa, la enzima clave para mejorar la eficiencia y la sostenibilidad de la acuicultura

Global, 17/10/2025 | La fitasa exógena cataliza la hidrólisis gradual del fitato, lo que produce dos beneficios nutricionales críticos

Manos con soja en campo

El sector acuícola está experimentando una transición necesaria, avanzando progresivamente hacia el uso de fuentes de proteínas de origen vegetal (como la harina de soja, el gluten de maíz y la canola) para impulsar la rentabilidad y reducir su dependencia de los volátiles mercados de harina y aceite de pescado.

Sin embargo, este giro estratégico conlleva un importante compromiso medioambiental: la introducción de mayores niveles de fitato en el pienso, lo que provoca una mayor excreción de fósforo en los entornos acuáticos y supone una amenaza real de contaminación por nutrientes y eutrofización. Maximizar la utilización de estos ingredientes sostenibles es primordial para la salud futura de la industria.

Aquí es donde la fitasa, una enzima exógena esencial, se erige como una piedra angular de la formulación moderna de alimentos acuícolas. La fitasa es mucho más que un promotor del crecimiento; su inclusión estratégica garantiza una mayor digestibilidad y retención de nutrientes al desbloquear los minerales y el fósforo que se encuentran ligados. Al resolver eficazmente el desafío del fitato, la fitasa permite a la industria abanderar una auténtica custodia ambiental al tiempo que logra un rendimiento de producción óptimo, lo que la convierte en un componente crítico para una cadena de suministro acuícola sostenible.

El problema fundamental reside en el hecho de que el fitato constituye típicamente entre el 60% y el 80% del fósforo (P) total presente en los ingredientes vegetales. Este fósforo ligado al fitato es biológicamente inaccesible para la mayoría de las especies acuáticas de cultivo —específicamente peces monogástricos y agástricos—, ya que carecen de las enzimas fitasas endógenas necesarias en sus sistemas digestivos.

La fitasa exógena cataliza la hidrólisis gradual del fitato, lo que produce dos beneficios nutricionales críticos.

En primer lugar, este proceso libera fósforo inorgánico en una forma altamente utilizable, lo que reduce significativamente o incluso elimina la necesidad de suplementación con fósforo inorgánico, un recurso finito cuyas reservas globales se enfrentan a un escrutinio creciente.

En segundo lugar, el fitato es un potente agente quelante que secuestra minerales divalentes vitales como el calcio, el hierro, el zinc y el magnesio. Al descomponer la estructura del fitato, la fitasa mejora eficazmente la absorción de estos minerales clave, lo cual es crucial para procesos como la mineralización ósea mejorada en especies comercialmente relevantes.

Al mejorar significativamente la digestibilidad de los nutrientes y contrarrestar los efectos negativos y antinutricionales del fitato a lo largo del tracto digestivo, la suplementación con fitasa se traduce directamente en índices zootécnicos superiores.

Las investigaciones han demostrado consistentemente que la fitasa puede mejorar el rendimiento de crecimiento y la utilización general de nutrientes en un amplio espectro de organismos acuáticos. Se han reportado efectos positivos y medibles en especies clave de producción, incluyendo la tilapia del Nilo (Oreochromis niloticus), el camarón blanco del Pacífico (Litopenaeus vannamei), la lubina europea (Dicentrarchus labrax) y la trucha arcoíris (Oncorhynchus mykiss). De manera crucial, el uso de fitasa conduce a una captación más eficiente del costoso alimento, optimizando así el Factor de Conversión Alimenticia (FCR); por ejemplo, numerosos estudios han mostrado repetidamente un FCR mejorado en la tilapia del Nilo tras una suplementación enzimática efectiva.

La reducción de la huella ambiental es, posiblemente, el beneficio más estratégico que la fitasa ofrece a las operaciones de acuicultura modernas, alineándose perfectamente con los objetivos de sostenibilidad de toda la industria.

El fósforo no digerido que se excreta en las heces contribuye en gran medida a la eutrofización—la sobrecarga de nutrientes que puede desencadenar proliferaciones de algas destructivas y provocar condiciones hipóxicas, con bajo nivel de oxígeno, en los ecosistemas acuáticos circundantes. La fitasa minimiza la excreción de fósforo en los efluentes acuícolas, reduciendo sustancialmente la carga de contaminación general de P y N. Además, al permitir que la industria utilice el fitato como una fuente de fósforo inherente y biodisponible dentro de las dietas de origen vegetal, la fitasa proporciona una alternativa altamente sostenible y rentable a depender de las reservas finitas de fosfato de roca no renovable.

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