
Barcelona 27/10/2020 – El Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de Cataluña ha liberado 1.200 ejemplares de ciprínidos autóctonos en el tramo bajo del río Noguera Ribagorzana, dentro de la zona de pesca controlada de Alguaire. Concretamente, ha liberado unos 200 ejemplares de bagre (Squalius laietanus), 100 de barbo del Ebro (Luciobarbus graellsii) y 900 ejemplares de madrilla (Parachondrostoma miegii).
Las liberaciones tienen como objetivo recuperar y mejorar las poblaciones actualmente en declive de estas especies, y fomentar la pesca recreativa sostenible, que históricamente ha sido más enfocada a la pesca de la trucha común (Salmo trutta).
Hay que recordar que en toda Cataluña la pesca de las especies de ciprínidos autóctonos se realiza exclusivamente en la modalidad sin muerte. Esto significa que, una vez extraído el pez del agua, se debe devolver con vida al río o embalse.
Los ejemplares liberados en el río Noguera Ribagorzana se han marcado mediante la inserción de un microchip (PIT tag) al animal y se han tomado datos de longitud y peso de estos ejemplares. Este marcaje permitirá hacer un seguimiento a posteriori para ver la adaptación al nuevo medio y saber su crecimiento y comportamiento.
El Plan se inició en 2014 a raíz del creciente interés para la pesca de ciprínidos y el descenso de sus poblaciones. Durante los primeros años, se fueron haciendo pruebas orientadas a tener un stock de reproductores estabulados en la piscifactoría para poder producir nuevos individuos a partir de estos reproductores, e incluso se logró hacer alguna pequeña liberación.
Actualmente, el Plan piloto tiene dos líneas de actuación: Obtención de ejemplares procedentes de rescates que se realizan principalmente en ríos que durante el verano se secan. En estos lugares, se actúa para rebajar la carga de ejemplares y evitar así una mortalidad masiva. Los ejemplares son trasladados a la piscifactoría, donde se mantienen hasta que alcanzan el tamaño idóneo para liberarlos.
Captura de ejemplares reproductores durante la época de reproducción, induciendo las hembras que expulsen los óvulos, fecundarlos con el esperma de los machos y trasladar los óvulos fecundados en la piscifactoría. Una vez eclosionan, los alevines se mantienen hasta que alcanzan el tamaño deseado.
Aparte de estas dos líneas de actuación, desde el año 2018 ha surgido una tercera vía de producción de ejemplares: los ejemplares reproductores de bagre y madrilla se han reproducido de manera espontánea en las instalaciones de la piscifactoría. Estos buenos resultados conllevan una esperanza para el sector piscícola, ya que se espera que los próximos años se pueda dar continuidad a las liberaciones y aumentar las cantidades y los puntos de liberación.